El Corpus poco a poco vuelve a ganar la calle a pesar de que este año no se celebre la procesión. Los aromas y colores miman otra vez el Casco después de un año en el que las calles estuvieron desiertas por  la pandemia, aunque en formato reducido y en distintos puntos estratégicos, algunas esquinas y rincones, que ayudan a envolver una festividad tan arraigada en la ciudad que contará con público, aunque tampoco con el habitual que llena las calles y no quiere perderse  un instante.

A pesar de que el Casco exhibe una ornamentación más modesta, con bastantes menos flores, plantas y adornos, los floristas han vuelto a trabajar a contrarreloj esta semana para tenerlo todo listo a tiempo. «El esfuerzo es el mismo a pesar de que el trabajo sea diferente», explicaba ayer Deborah Rodilla, presidenta de la Asociación de Floristas de Toledo.

Este año no hay grandes espacios decorados ni alfombras florales como las que tejió la Asociación de Floristas de Ponteareas para el Corpus de 2019, unas llamativas composiciones pensadas para la Catedral, el Arco de la Sangre y Bisagra, entre otros espacios, que aportaron color, frescura y mucha hortensia. En su lugar, Toledo se ha engalanado con 5.000 flores y una cuidada y selecta decoración.

Los olores y colores vuelven a mimar el Corpus - Foto: Yolanda LanchaLos floristas de Toledo tampoco han estado solos a la hora de realizar montajes de adornos florales. A la veintena de profesionales de la provincia se ha sumado otra decena de colaboradores de otras comunidades, un gesto que siempre agradece el colectivo, otro de los grandes protagonistas de la trastienda del Corpus. Llama la atención que este año el trabajo haya salido adelante con un 30%de los profesionales, puesto que suelen participar alrededor de un centenar de floristas todos los años.

La conservación de las flores suele ser una de las preocupaciones del colectivo. Sin embargo, los floristas las reciben bastantes cerradas al principio de la semana para que aguanten la temperatura y se conserven en buen estado durante unos días.

El rosa, el carmesí y los tonos amarillos vuelven a formar parte de la decoración escogida este año. Tampoco faltan las rosas, una de las especies que aportan más calidad a la ornamentación, los anthuriums, una de las flores más duraderas, las margaritas y las orquídeas.

Las cifras también alumbran el Corpus esta vez aunque sean más limitadas. Muchas de las calles del Casco se  han adornado con 10.000 elementos a pesar de que no habrá recorrido procesional. Resalta la colocación de 300 metros de la tradicional guirnalda que acompaña a la Custodia en el recorrido procesional, una curiosa manera de continuar manteniendo la tradición. También hay que sumar 2.700 fardos de boj, 800 plantas y 2.500 ramilletes de tomillo que se entregan   a lo largo de la mañana a los asistentes. Y destacan 97 vidrieras, 250 telas y otros tantos materiales de forja y soldadura y los faroles, que tampoco pueden faltar.