Jesús Fuentes

ÁNGULOS INVERTIDOS

Jesús Fuentes


Costoso

10/09/2021

Resulta que todo cuesta, pero nadie quiere pagar impuestos. El discurso se acelera cuando la derecha no está en el poder, sea municipal, regional o nacional. ¡Abajo el IBI. Queremos menos IVA. Suprímanse las tasas, redúzcanse impuestos! Es el espantajo que agita la derecha para asustar a la izquierda hasta tal punto que alguna izquierda adopta el discurso de la derecha. Los mismos que gritan lo anterior, sin embargo, exigen más y mejores servicios. Una limpieza de calles más eficiente; una recogida de basuras más rápida y completa. Por cierto, Toledo debe ser de las escasas ciudades del mundo que lleva años, como en un medievo escolástico, debatiendo sobre si en el casco histórico la basura debe depositarse en bolsas o en contenedores, sean estándar o de diseño. Se piden mejores prestaciones de agua potable y de saneamiento, depuraciones eficaces; mayor y más numerosa movilidad del transporte público, carreteras más cuidadas. Y sí se produce una pandemia o nieves y hielos paralizantes, los comerciantes solicitan ayudas para sus negocios menguantes, los restaurantes y bares subvenciones y todos se sienten como niños abandonados.
En el verano se han producido tormentas devastadoras. Los empresarios del Polígono Industrial de Toledo, que han visto invadidas sus naves por el agua, demandan medidas preventivas. Exigen que se arreglen con urgencia los desperfectos, tanto públicos como privados, que causan los desastres naturales. Nadie, en cambio, piensa que todo tiene un coste. ¿Quién paga las peticiones de una población que se siente víctima desamparada y se lamenta por falta de ayudas? Que pague la Comunidad, dicen algunos. Que pague el Estado, dice la mayoría. Como niños caprichosos se pide a gritos que se mantengan limpios arroyos, cauces, ramblas y desagües. Que se provea de viviendas a cuantos la necesitan. Que la educación sea de calidad y menos masificada. Que la salud pública sea universal, rápida y eficaz. Que la policía mantenga la seguridad ciudadana. Que los mayores estén mejor atendidos, que los jóvenes consigan trabajo, que las empresas sean subvencionadas. Pero nadie piensa que todo es costoso y cada vez se quieren pagar menos impuestos, menos tasas, IVAS más bajos, IBIS decrecientes y desgravaciones para todos. Las ciudades, las regiones y las naciones se hacen grandes o pequeñas por lo que aportan los ciudadanos, no por lo que dejan de aportar.