Con España ardiendo por la maldición bíblica de todos los veranos, que ejecutan los incendiarios malditos y en este estado atroz que es cocerte en tu propio jugo, me doy cuenta que tanto el calor como el fuego tienen mucho aprovechamiento en el mundillo musical y coplero nacional.
Me vienen a la cabeza dos canciones que tratan de esto, una es de Radio Futura con la que se dieron a conocer, 'Escuela de calor' la han oído mil veces: 'Arde la calle al sol de poniente, hay tribus ocultas cerca del río esperando que caiga la noche, hace falta valor, hace falta valor ven a la escuela de calor'. La otra canción es más polémica aunque reconozco que me gusta, es 'Fuego' que cantó Miguelito Bosé.
Habrá gente que lo que acabo de escribir le parecerá un sacrilegio, pero, a pesar de todo, lo explico. Hubo un tiempo, allá por 1983 en que Bosé quiso escapar de la etiqueta que tenía adosada a las posaderas de niño mono especialista en adolescentes con acné y quiso dar un giro a su carrera encargando a los pegamoides Canut y Berlanga que le escribieran una canción que fue 'Fuego'.
En su día me pareció un buen tema, con garra que cumplía el anhelo de Bosé de parecerse a David Bowie; mejor parecerse a Bowie que al Fari.
Lo cierto es que la culpa de los actuales desastres del fuego la tienen en gran parte los ecologistas de salón y subvención que absurdamente dictan a los que viven en y del campo lo que tienen que hacer y entre otras cosas, prohíben que entren con su ganado a los montes a comer lo que significa un aumento descontrolado de maleza y rastrojos que al no comérselos los rebaños de ovejas, vacas y cabras se convierte en pura yesca lista para arder. Y más con este calor insufrible.
De los delincuentes que queman bosques escribiré en otro momento.