Asfalto es un histórico grupo de rock español. La historia de la banda comienza en Madrid cuando en 1972 el grupo Tickets cambió su nombre por el de Asfalto.
Escuchando la letra del mítico grupo; «si el Capitán Trueno pudiera venir, nuestras cadenas saltarían en mil», llego a la conclusión de que siempre se necesitan capitanes trueno para que los poderosos no abusen de su poder. Y ahora, paradójicamente, más que nunca. Y mira que el Capitán Trueno venía a encarnar al típico héroe clásico, conservador, acorde entonces con la 'Formación del Espíritu Nacional' y la Falange, pero que, censuras a parte, el caso es que en medio de una dictadura resulta que Trueno siempre defendía la libertad frente a la tiranía; un justiciero que luchaba precisamente contra el poder totalitario a favor de los más débiles.
«De él aprendimos que el bueno es el mejor, aunque al pasar el tiempo comprendemos que no», sigue la letra de Asfalto. Y efectivamente, a eso iba. Hoy comprendemos que puede que estuviéramos equivocados o confusos en la percepción real de quienes son los buenos o los malos. Con el maniqueísmo imperante, con el transcurso del tiempo, observamos que la cuestión no era tan evidente, dado el talante totalitario que muestran ahora algunos de los presuntamente 'buenos' de entonces. La realidad es que nos falta alguien que defienda la verdad, que defienda de verdad a los más débiles, alguien con generosidad y totalmente desinteresado, protector de los necesitados y los injustamente tratados, en vez de la rehala que abunda de bellacos, malandrines, cuentistas, vividores y aprovechados. Trueno es, finalmente, un paladín de la libertad, sin ideología concreta, sin tiempo, un caballero andante como el universal Don Quijote. 
En plena dictadura, la libertad, la reivindicación de la libertad, era el motor que movía a Trueno, el fin último y supremo de todas sus aventuras y hazañas. «La libertad, Sancho, es uno de los más preciados dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida; y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres». La libertad Goliath, la libertad, Crispín, la libertad de elegir lo que cada uno quiera, la que nos puede sacar del progresivo cansancio de las vidas teledirigidas.  
«Ven Capitán Trueno, haz que gane el bueno, ven Capitán Trueno, que el mundo está al revés». Y tanto, hasta la inmaculada novia del Capitán, Sigrid, se ajusta, como en la antigua usanza, a los Principios Fundamentales del Ministerio de Igualdad, poniendo la correspondiente y oportuna distancia de bragueta, por si acaso o por si acoso. Ya saben, mejor borracha y sola, ¡pardiez!