Juan Ignacio de Mesa

Barrio de Santo Tomé

Juan Ignacio de Mesa


Robin Hood

01/08/2022

La leyenda y el cine ha dado la fama a Robin Hood. Actores famosos le han llevado a la pantalla, desde Douglas Fairbanks, pasando por Errol Flyn, Sean Connery, Kevin Kostner o Russell Crown. Y no se quedan atrás las protagonistas de la historia, Olivia de Havilland, Audrey Hepburn, Uma Thurman o Kate Blanchett. El buen ladrón que roba al rico y reparte entre los pobres, se convierte en un referente del que se opone al poder injusto representado por el Sheriff de Nottingham, haciendo que su labor de recaudador de tributos, no sea todo lo plácida que pudiera ser.
La figura de Robin, ha dado alas para justificar que se puede quitar al que tiene para repartir con el que menos tiene. Esto, que tiene una justificación moral, se encuentra solo con el problema de donde poner el limite de a quien se considera que tiene. Es por esto que las normas deben establecerse para que no haya discrecionalidad por el que, subjetivamente, puede establecer su criterio. Así, si extrapolamos la figura de Robin Hood a nuestros días, puede que para los que vean en determinadas personas a Robín, otras puedan identificar al Sheriff de Nottingham. Argumentos habría para defender una postura y la contraria. Si eres el que se las tiene que ver con el Sheriff de Nottingham, estarás deseando que venga Robin a defenderte. Por el contrario, si no estás entre los afortunados que recibes parte del botín, querrás que el dinero que corra por tus alrededores tenga un mejor fin. En la época de Robin, todo aquel que se oponía a los edictos reales, era considerado un forajido. Hoy, teóricamente, aquel que comete un delito, tiene derecho a un juicio justo y, solo cuando haya sentencia firma, podremos afirmar que es un delincuente.
El jueves, la Mesa del Parlament  de Cataluña, ante el inicio de juicio oral contra su Presidenta Laura Borràs, por prevaricación y falsedad documental y, dado que no ha tenido la dignidad de dimitir, aplicando el reglamento de la Cámara, la han suspendido de todas sus funciones. ¿Quién va a pagar esta juerga? Como a escote no hay nada caro, no nos enteraremos de cuánto hemos puesto cada uno. Lo seguro, es que esta señora, aunque sea considerada culpable, no devolverá el gasto incurrido. Yo me pido ser Sean Connery en Robin y Mariam.

ARCHIVADO EN: Prevaricación, Cataluña