Miguel Trinidad

Mano a Mano

Miguel Trinidad


Resilinecia, la asignatura pendiente

19/03/2021

El CD Toledo afronta el tramo vital de esta primera fase en un campo tedioso e incómodo como el Municipal de Tarancón. El encuentro de mañana, aunque no definitivo, si será una piedra de toque para que los pupilos de Merino aprueben esa asignatura que tienen pendiente y es imprescindible aprobar si se quiere lograr el ascenso: la resiliencia.
Tras la goleada en el Salto del Caballo el pasado domingo ante el CD Madridejos, la mejora es evidente, pero hay un dato claro y rotundo que no debe hacer caer en el triunfalismo y en otros vicios adoptados de otras ocasiones. En ningún partido que el CD Toledo ha recibido un gol o más esta temporada ha logrado la victoria. Los verdes han encajado en sólo ocho choques, aunque han cosechado seis derrotas y dos empates. Esta situación de falta de resiliencia y de excesivo temblor de canillas ha provocado que, a dos jornadas para finalizar la primera fase, los toledanos no tengan claro si van a acabar entre los tres primeros, y a una distancia lo suficientemente asequible para poder pelear el ascenso directo.
Las monedas siempre tienen dos caras, y esa misma estadística refleja que, salvo el último empate a domicilio en Las Pedroñeras (0-0), las otras nueve veces que el cojunto toledanista ha logrado dejar la puerta a cero ha sido símbolo de victoria. Por tanto, ni tanto, ni tan calvo.
Aunque la dinámica del equipo sea muy buena en este último tercio, lo mejor que deberían hacer todas las partes implicadas en esta aventura (plantilla, cuerpo técnico, institución y afición) es hacer borrón y cuenta nueva, centrarse poco a poco en lo que va viniendo e ir logrando objetivo por objetivo que este ‘especial’ curso da varias bolas extras para lograr subir de categoría.
Mañana tienen que ser los propios jugadores los que logren encontrar esa resiliencia deseada en el caso que el partido se vuelva en contra y a su vez no volverse locos por lograr los tres puntos ya que es un encuentro con ‘poco que ganar y mucho que perder’, y los que más tienen que perder en esta ocasión son los locales.
Deben saber jugar con esa ansiedad del rival, ponerla a su favor y no caer en los fantasmas del pasado que les han hecho dejarse 22 puntos por el camino tras recibir uno o dos goles en contra. La pelota está en su tejado y en su cabeza. Eso también pertenece a la resiliencia.