Ana Nodal de Arce

Me la juego

Ana Nodal de Arce


Hospitalito del Rey: Residencia de mayores. Ya

01/07/2021

«No se puede pretender que por estar en centros residenciales su vida se limite a comer, beber y dormir». Son palabras de Pilar, una activista de Marea de Residencias Castilla-La Mancha, durante la concentración de este movimiento en la plaza de Zocodover. Y es que después de la tragedia que ha asolado los centros de mayores de toda España, han sido más los que se puesto de perfil, partidos políticos incluidos, que los que han empatizado con esos ancianos que han permanecido solos entre cuatro paredes, confinados, sin el cariño de sus seres queridos y sometidos a estrictas medidas de seguridad, que en ocasiones les han despojado de sus más elementales derechos como personas. Han pasado muchos meses y ni el Estado ni Castilla-La Mancha, en este caso, se han preocupado por legislar sobre esas residencias que alcanzaron cifras espeluznantes de fallecidos, oficialmente en nuestra tierra más de 2.000, durante las consecutivas olas de la pandemia. Ahora, ya vacunados, las administraciones, los políticos, buena parte de la sociedad, en definitiva parecen considerar normal que ellos murieran antes, total eran mayores, y en vez de investigar lo que ocurrió para evitar que la tragedia se repita, se ocupan de otros menesteres que consideran que les proporcionarán más rédito político. Y el olvido resulta indignante para los que sobrevivieron y aún más doloroso para la memoria de quienes se fueron en absoluta soledad.
Pero los mayores, insisto, preocupan poco. Las consejeras de Bienestar Social, Aurelia Sánchez, primero, y Bárbara García, después, son un claro ejemplo del desinterés mostrado hacia el colectivo más vulnerable que depende de su departamento. Cierto es que el peso de la mala gestión de la pandemia debe recaer en la señora Sánchez, quien fue cesada para ser nombrada senadora, en una rocambolesca pirueta para premiar su reconocida desidia. Su sucesora, de momento, sigue su estela. Por desgracia.
Mientras, el máximo responsable de estos desmanes, Emiliano García- Page, ni corto ni perezoso, ha anunciado que el Hospitalito del Rey, rehabilitado con ocho millones de dinero público en la época de Barreda, cambiará de uso y pasará de residencia de ancianos a recurso de salud mental. La decisión unilateral del presidente es un insulto para los mayores, para los vecinos de Toledo y para quienes le votaron pensando en que iba a cumplir esa demanda que, desde el Ayuntamiento en su época de alcalde, no paró de reivindicar a Cospedal. Hace seis años que Page llegó a la Junta y lo único que sabemos es que el Hospitalito del Rey ha sido desmantelado y que se ha hecho lo imposible para que este centro no abriera sus puertas para el único fin para el que fue concebido: residencia de ancianos. Insisto. Los engaños de los políticos no deben ser tolerados ni normalizados. El pleno municipal de la capital, con Tolón a la cabeza, requirió a la Junta hace unas semanas la apertura de este centro de mayores, en el corazón del Casco Histórico. El Debate del Estado del Municipio supone una oportunidad excepcional para que los representantes elegidos por el pueblo de Toledo exijan la apertura de este emblemático edificio, haciéndose eco del clamor de los vecinos. Page siempre ha hecho gala de encabezar un gobierno con alma. Le toca demostrarlo. Hospitalito del Rey: Residencia de mayores. Ya.