Sé perfectamente que Talavera tiene una cantidad sobrada de problemas para escribir cien columnas -semanales-, con todo, hoy pido disculpas por no poder resistirme a dedicar la del martes a un asunto al que ya se han dedicado montañas de artículos y comentarios en la prensa nacional; naturalmente me refiero a la cosa esa, en enjuague imposible de las balas que  ha recibido el «gran jefe coleta morada» algo que no me trago. Nada, en absoluto, lo considero una barbaridad que no hace más que reafirmarme en mi pésima opinión sobre los políticos, sensiblemente empeorada con los actuales.
A la muerte de Franco y con la llegada de la democracia, tal vez escarmentados por los años bajo la bota del general, los españoles acordaron mantener una calma muy deseada y una normalidad que todos sentían imprescindible para que se asentara en España un ansiado sistema democrático real por muchos defectos que hubiera que disimular y muchas idioteces que tuviéramos que aguantar. A nadie le cabe en la cabeza que Vox, que al parecer según el ínclito Tezanos puede no tener malos resultados en las elecciones madrileñas, un empate con las fuerzas de izquierda, sea tan torpe y tan mostrenco como para hacer una barbaridad como la que cuenta el increíble Iglesias, lo de increíble lo escribo porque no hay quien le crea, al menos yo no. No se trata de simpatías o antipatías con un partido u otro, se trata de lógica aplastante; sin embargo no es tan descabellado pensar mal creer en la teoría de la conspiración y deducir que en las filas de alguna formación política haya cundido el temor a malos resultados y alguien haya ideado ciertos actos para denigrar a Vox, considero que no hace falta nada más que leer el programa de los derechistas para tener una idea de lo que es y cuáles son sus aspiraciones, a alguien le parecerá mal, pero otros pueden estar de acuerdo con ese ideario o sencillamente elegir otra opción política diferente a la de este socialismo. Quien quiera que haya ideado toda esta chapuza, si es como yo creo, tiene lo peor de lo peor de la política más abyecta y de lo que aborrezco de eso que llaman «la política». La chapuza es tan burda que las balas que ha recibido el para mí mendaz Iglesias son de lo primero que quien quiera que sea tenía más a mano, de CETME; pero hay mucho más, el ridículo en el que han quedado los vigilantes de toda la correspondencia de Iglesias hasta el lugar en que queda el mismísimo Correos, de lo que se  remite a un vicepresidente; sabemos que desde los envíos de la criminal ETA lo de los envíos por correo se tratan de manera más que meticulosa. 
Si estoy equivocadísimo y alguien demuestra mi equivocación, no tendré ningún inconveniente en reconocer mi exceso de malicia, podía suceder como con el famoso señor X de los GAL de quien nunca se supo nada. De todas maneras considero que si todo esto ha salido de la cabeza de alguien, todo esto de las balas que puede tener un efecto contrario al buscado, sería digno de un reconocimiento al peor estratega de campaña comparable a aquel que ideó aquello de «Landelino responde» que llevó directamente a la tumba a la UCD.