Será por deformación profesional, pero siempre he preferido debatir sobre cualquier tema, basándome en datos y exponiendo argumentos demostrables. Por esto, cuando asistí la pasada semana a la presentación del libro Las mujeres en distintos sectores de actividad en España. Evolución y liderazgo, y escuché a las distintas personas que intervinieron en el acto, me di cuenta de que era una iniciativa de las más importantes para plantear con firmeza el papel de la mujer, no solo en lo que hace referencia al titulo del libro, si no a todo lo que implica debatir sobre la importancia de la mujer en la sociedad. La iniciativa para escribir y publicar este libro, surge de una red de mujeres fundada por Lara de Mesa y que agrupa a grandes profesionales de distintos sectores de actividad. El libro está prologado por Nadia Calviño, han sido 27 las autoras de los distintos trabajos que recogen sus páginas.
De la lectura del libro, vemos cómo la mujer ha pasado de tener una escasa presencia en la actividad económica remunerada hasta mediados del siglo XIX, a ocupar una situación relevante en la actualidad, aunque con muchas diferencias en rango y retribución respecto al varón. Así, puede haber sectores en los que el 50% de los puestos de trabajo están ocupados por mujeres, pero que, según vas ascendiendo hacia puestos de dirección, dichos porcentajes caen por debajo del 10%. Un dato que llama la atención es que, a pesar del progreso obtenido respecto a la igualdad, si se mantiene la tendencia actual de avances y retrocesos, faltan más de 250 años para alcanzar la igualdad plena.
Las intervenciones en el acto de presentación del libro, fueron, no solo brillantes, si no también apabullantes por su argumentación. Todas las protagonistas del acto demostraron bien claro que están muy por encima de la media de nuestra sociedad, que son verdaderas líderes que pueden servir de punta de lanza de una reivindicación tan clara como la expuesta en un momento del acto: «Tenemos que conseguir que para las mujeres llegar a los puestos de máxima responsabilidad, participar en las decisiones clave, sea tan fácil -o tan difícil- cómo para los hombres».
Es una petición, tan de sentido común, que es irrefutable.