Ángel Monterrubio

Tente Nublao

Ángel Monterrubio


Tía Ascen, la de Antolín

08/09/2021


Tía Ascen, la de Antolín, predecía el tiempo con una semana de adelanto. Según en que miembros del cuerpo le dieran los malestares era viento, frío o lluvia. Las escarchas no le repercutían.
-Tía Ascen, ¿va a helar esta noche?
-Mira a ver qué dice en el parte el hombre del tiempo, prenda.
También pronosticaba con mucho tino qué iba a salir de los huevos que se echaban a empollar a las gallinas cluecas mirándolos con el ojo izquierdo al trasluz.
-Pollo, pollo, polla, pollo, polla, polla… Éste quítalo, no está galleao.
-Tía Ascen, ¿por qué los mira con el ojo izquierdo?
-Porque con el otro no veo ni a cantar, prenda.
Tía Ascen, la de Antolín, tuvo mala suerte. A Antolín, su marido, le reventó la cabeza un cartucho de dinamita mientras trabajaba con una cuadrilla de navalqueños en las obras de la presa de Almendra en el Tormes, en el cementerio de Cibanal le dieron tierra y ella no pudo ir. A su único hijo, Nica, lo atropelló un coche cuando hacía la mili en Badajoz.
Tía Ascen, la de Antolín, siempre vivió en la huerta más sola que la una, pero era de natural alegre y bulliciosa. Cuando bajaba a Talavera, en una bicicleta de hombre a la que le cortó la barra el señor Melchor el de la fragua, se ponía pantalones debajo de la falda negra, como los curas, y se hacía unos moños muy altos con la gruesa trenza de pelo gris.
-Tía Ascen, ¿me puede comprar una caja de plomos para la escopetilla en ca Genaro Suela que mi padre no me deja bajar a Talavera?
-¿De vaso o de copa?, prenda.
-De vaso que son más baratos.
Tía Ascen, la de Antolín, tenía un enorme macho trujillano al que llamaba Cantinflas con el que daba gusto verla arar. Le hablaba en voz muy baja y el mulo respondía a todas sus órdenes y la seguía a cualquier parte como un perro faldero. Los niños hacíamos cola para ver el espectáculo. Lo mejor era cuando le mandaba que se pusiera a rezar y el pobre bicho se arrodillaba dócilmente de las patas delanteras y bajaba la cabeza como las beatas.
-Tía Ascen, ¿es verdad que Cantinflas entiende todo lo que le dice?
-Tú veras… Tiene más conocimiento que muchas personas humanas, prenda.