Juan Ignacio de Mesa

Barrio de Santo Tomé

Juan Ignacio de Mesa


Heterografía

12/07/2021

Mantener un debate sensato sobre casi cualquier tema, se ha convertido en estos momentos en un imposible. El ejemplo lo he vivido en estos días. Escribí en un informe profesional Lérida en lugar de Lleida y me cayó la mundial. Y encima mi interlocutor es tan mesetario como yo y no creo que haya pisado la ciudad catalana ni de paso. Me tocó escuchar casi de todo, por el simple hecho de utilizar una palabra castellana en lugar de una catalana (menos mal que ‘catalana’ se escribe igual en castellano que en catalán).
Don Miguel de Unamuno, vasco de pura cepa, ya dijo en su día que «lo que la heterodoxia a ortodoxia es heterografía a ortografía» cuando trataba de explicar lo jocoso de unos nacionalismos que se dedican a transformar la morfología de los nombres propios (toponímicos, onomásticos, patronímicos) Y así nos encontramos que lo que se puede entender, que es que en aquellas comunidades que dispongan de lengua propia, los topónimos se pongan en su lengua, hemos pasado a que el topónimo castellano se vea abocado a desaparecer.
Y esto se ha regulado por ley, ya que, en las comunicaciones oficiales, sean de la administración que sean y no solo de las autonómicas con lengua propia, los topónimos tienen que figurar en la lengua regional correspondiente, por lo que en la A-6 por ejemplo, desde que salimos de Madrid por la cuesta de las perdices, podemos leer A Coruña y no La Coruña. Y eso que siendo Paco Vázquez alcalde de tan bonita ciudad, peleo para dejar el nombre de La Coruña, sin que el éxito coronara su esfuerzo. Pero, en fin, que les voy a decir, si estamos en un momento en el que la heterografía se ha implantado en muchos ámbitos de nuestra sociedad y parece que todo cambia por el solo hecho de cambiar el nombre.  Yo, si ustedes me lo permiten, seguiré diciendo La Coruña, Sangenjo, Lérida, Gerona, etc. pero eso si, por si acaso lo haré en la intimidad.