Ángel Villarino

RATAS DE DOS PATAS

Ángel Villarino


Redondo y el anillo de Gollum

22/10/2021

No he podido acabar ninguna de las dos entrevistas con Iván Redondo. Ahora que ya no está en la Moncloa, me da pudor escucharlo, incluso vergüenza ajena, a pesar de que no lo he tratado en mi vida.
Me resulta incluso desagradable el espectáculo porque se nota que detrás de su tono irritante hay alguien pasándolo mal y equivocándose cada vez que trata de solucionarlo. Es extraño porque recuerdo haber visto otra entrevista, hace años, en el programa que emitía Pablo Iglesias por Youtube. No era nadie, como lo es ahora, pero me causó buena impresión.
Me da la sensación de que a Redondo le ha pasado como a Gollum con su anillo, una experiencia de poder transformadora que le ha dejado atormentado, que ha consumido su cuerpo y su cerebro, postrándolo ante ambiciones que nunca se acaban de colmar y frente a emociones que lo más normal es que no vuelvan nunca. Algunos siguen encontrándole aún un sentido genial a cada palabra que pronuncia Iván Redondo pero yo lo único que logro ver es una persona calcinada haciendo trucos de Quimicefa con la turbopolítica.
El poder, como ocurre con la fama, los campos de concentración o los apocalipsis zombis, es una experiencia complicada para el ser humano. No resulta fácil salir indemne y se necesita mucha fuerza para rehacerse. El teléfono deja de sonar, te puedes quedar en la cama hasta las tantas y tu opinión ya no es importante. Hay una escena en 'Roma' (la maravillosa serie de HBO) en la que a Pompeyo, al primer hombre, ya no le hacen caso ni sus esclavos. Supongo que tenerlos de acero para sobreponerse a eso.