El CD Toledo se dejó el alma en el Salto del Caballo ante el CF La Nucía, pero cayó de nuevo ante su público y certificó su descenso a Tercera RFEF. El choque fue un reflejo de toda una temporada de quiero y no puedo.
Desde que Javi Sánchez y Guti decidieron tomar este difícil tren, el equipo fue otro. Poco a poco, los toledanos consiguieron que los jugadores tuviesen una idea de juego tanto en ataque como en defensa. El equipo defendió bien en muchos encuentros y logró muchas porterías a cero, mientras que arriba creaba ocasiones aunque muchas de ellas no se materializaban. Sánchez y Guti son exjugadores del CD Toledo con calidad, pero todavía no he visto a ningún entrenador que pueda entrar a rematar las ocasiones de gol erradas por sus pupilos.
Es la hora de buscar responsabilidades y tomar decisiones ahora que por fin la entidad posee el músculo financiero que se merece. Es el momento de ir (como la canción de Manolo García) a San Fernando, un ratito a pie y otro caminando. Pero para ello no se deben olvidar los errores que ha cometido una y otra vez este club pensando que lo de fuera es mejor que lo que tienen en casa. Es el momento de dejar a un lado las 'malas compañías' y apostar por un proyecto profesional y sólido, pero dando la confianza fuertemente a gente de la casa. Y por esa palabra que año tras año se escucha en las salas de prensa del club al inicio de la temporada y luego queda en saco roto. Me refiero a la cantera.
Independientemente de que venga un director deportivo nueevo o no, que se pueda comprar una plaza en Segunda RFEF o no, creo que Javi Sánchez y su cuerpo técnico de toledanos se merecen empezar de cero un proyecto propio. Conocen perfectamente todos los entresijos y jugadores tanto del Grupo 18 de la Tercera RFEF como de la Segunda si llegase el milagro. Han demostrado que son capaces de sobrellevar el peso de una historia y un escudo al que quieren con locura.
Se vaya o se venga de San Fernando y ya sea a pie, en bici, en coche o en Falcon, el CD Toledo debería apostar por lo que ya conoce de la casa y traer a lo mejor de fuera, tanto en el banquillo como en el campo. Ejemplos como los hermanos Martín o De Felipe entre otros han demostrado su valía para jugar en una u otra categoría, solo falta acertar en que los que los que aterricen nuevos (incluidos los que puedan llegar en otras parcelas) lleguen con las ideas claras sobre lo que se les pide, lo que significa los 94 años de historia y que sean capaces de llevarlo con la mayor profesionalidad. Si no se conoce la historia, se acabarán repitiendo los mismos errores.