Pilar Gómez

MIS RAZONES

Pilar Gómez


La campaña se calienta

26/04/2021

Todo pintaba bien para el triunfo del centroderecha en Madrid. Ayuso aparecía inalcanzable en las encuestas, el líder de la izquierda mostraba un inmovilismo trágico y la extrema izquierda pugnaba entre dos siglas al aparecer irreconciliables. Hasta que alguien envió unos sobres con unas balas sin percutir al ministro del Interior, a la directora general de la Guardia Cvivil y al jefe de filas de Podemos con unos mensajes amenazantes contra ellos y sus familias. Una cuestión rechazable de todo punto, condenable y absolutamente inaceptable. La violencia no puede tener cabida en un marco de convivencia democrática.
Un debate radiofónico derivó en una disputa acalorada entre las dos fuerzas con peores perspectivas electorales, una discusión que ha alterado por completo el rumbo de la campaña. Últimamente en las citas electorales importantes de nuestro país siempre sobrevienen elementos ajenos a la disputa política. Aquí, la amenaza con balas en cuestión, cuyo origen y autoría debe despejarse, aclararse y detener a sus autores cuanto antes.
El escenario ha cambiado. Al menos en apariencia.
La izquierda necesitaba un elemento de movilización y ya lo tiene. La representante de Vox debió sin duda condenar con más contundencia estos hechos, sumamente graves y radicalmente inaceptables. Pablo Iglesias, uno de los destinatarios del infame correo, ha reaccionado con la conveniente intensidad para recuperar protagonismo en un escenario que le había arrojado al rincón de la casi inexistencia. «Tensión, necesitamos tensión», confesaba en tiempos Zapatero a Gabilondo, también la Ser de por medio.
Con su cuestionable reacción, esa tensión requerida le ha servido Vox en bandeja al partido de la extrema izquierda, a la formación comunista que estaba a punto de situarse en un plano de irrelevancia total.
Cabe confiar en que este episodio truculento no altere demasiado el resultado final de la votación. Isabel Díaz Ayuso aparecía como clara vencedora en todos los sondeos. El pueblo de Madrid, equilibrado y sabio, sabrá distinguir la realidad de las trampas y elegir a aquella opción que está demostrando tener un proyecto claro y una propuesta sólido. Algo más que ruido, furia y aspavientos.