Alejandro Bermúdez

Con los pies en el suelo

Alejandro Bermúdez


Servini de Cubría

22/10/2021

Como habrán oído ustedes, los apellidos del título corresponden a una octogenaria juez argentina, que se está permitiendo perturbar la tranquilidad de un español, que vive en España y por asuntos supuestamente ocurridos en España y que además, solo afecta a españoles:  el señor Martín Villa, que desempeñó el cargo de ministro del Interior durante la transición.
 Se me ocurren diversos aspectos de la cuestión, porque es ciertamente llamativa. El primero es si esta señora no encuentra en su país tela que cortar como para pretender ser sastre en España. Es llamativa también la edad a la que sigue ejerciendo esta señora, más de ochenta y cinco años, que pone en tela de juicio hasta su capacidad mental.
Pero lo que no acabo de entender y es preocupante, es que en España ningún organismo le haya hecho la señal de silencio o le haya mandado a fastidiar a sus paisanos, si es que se dejan, lo que supone que en España no hay seguridad ni para los naturales, a quienes cualquier carguillo  extranjero  puede perturbar  su libertad o su patrimonio.
Efectivamente hay delitos que por su naturaleza y gravedad pueden ser perseguidos en cualquier lugar y en cualquier tiempo, pero, lógicamente la prioridad en la competencia la tiene el país donde han ocurrido, si su estructura tiene contraste democrático. Desde este punto de vista es un verdadero insulto a España la acción de esta 'Quijote de la Pampa' pretendiendo resolver asuntos españoles que los españoles ya hemos resuelto.
Al pobre Martín Villa le tocó en la transición uno de esos papeles que cualquier persona sensata daría lo que fuera por no desempeñar. Tuvo que hacer una política de seguridad de país democrático, con armas de la dictadura. Las leyes y los cargos policiales de esa época venían de dónde venían y tenían los métodos que tenían. Hacer que ese viejo reloj oxidado funcionara como un cuarzo suizo era misión harto difícil y, sin embargo, con esos viejos mecanismos, los españoles fueron capaces de crear un sistema político con tanto respeto a las libertades como los más avanzados del mundo.
La gran diferencia entre lo ocurrido en España y Argentina, es que mientras el señor Martín Villa colaboraba en la transformación de España en una democracia, Argentina daba el sexto golpe de estado desde el año 1930; y en 1976 permitió que se instalara en el poder la dictadura de Videla, Masera, Orlando, etc. Esto después de haber sufrido un golpe prácticamente en cada década del siglo XX.
Pues con esta nutrida historia de vuelos de la muerte, secuestro de niños, etc., la señora Salvini no encuentra tarea suficiente en su país e investida de una autoridad cósmica quiere impartir justicia 'urbi et orbi' y pretende enseñarnos a los españoles lo que es la justicia democrática.
Es obvio que quienes explotan su estrellato de esta forma, saben dónde lo hacen. Porque hay lugares en los que seguramente habría alguna tarea que desarrollar, como por ejemplo con los detenidos en Guantánamo por los americanos. No lo hará, sabe que los estadounidenses son más celosos con sus competencias judiciales que los españoles y la reacción en un caso similar al del pobre Martín Villa no le reportaría beneficio alguno. Los progres de España, es fácil que la erijan un monolito en reconocimiento y agradecimiento a su proeza.

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