Javier Ruiz

LA FORTUNA CON SESO

Javier Ruiz


Gema y CiudadReal

29/07/2021

La Sociedad Gastronómica Las Penas de Ciudad Real premió el martes por la tarde a la periodista Gema Martín por su contribución a la difusión de la comida manchega a través de su trabajo en la televisión local. Durante el discurso de agradecimiento, la emoción salía a raudales y pudimos comprobar lo que atisbamos hace mucho tiempo, cuando comenzábamos a verla durante las primeras emisiones en los canales locales de Ciudad Real; a saber, que allí había una comunicadora de lujo. Nos hizo reír, llorar, entusiasmarnos y salir del Antiguo Casino con el orgullo de ser manchegos, que es algo que a vece se nos olvida, de tanta humildad que da la llanura. Gema nos puso bocabajo y luego vino Ricardo Fernández del Moral, el cantaor, a cerrar con el broche de oro. Dijo que el flamenco no es de ninguna región y que la Mancha también tiene su papel en este legendario estilo. La verdad es que la tarde no daba para más.
Conocí a Gema hace muchos años, antes incluso de irme a Madrid a estudiar la carrera, o eso es lo que yo creo. Lo cierto es que se trata de una figura sensacional, de una humanidad desbordante, que ha sabido cuidar cada resquicio de esta ciudad. Ciudad Real no es ni mucho menos el más bello lugar; sin embargo, su anclaje es eterno y eso Gema lo sabe. Cada vez que se asoma a la pantalla lo hace con una familiaridad que solo los grandes comunicadores alcanzan. Y, por supuesto, con la humildad manchega que la acompaña y que jamás deberá abandonar. Ayer colgó en sus redes el premio y medio Ciudad Real se acercó a felicitarla. Cuánto trabajo hay detrás de eso, Gema.
Reivindico plenamente la labor de los periodistas y comunicadores locales, que son tan importantes como las grandes figuras nacionales. La pandemia ha vuelto a demostrar que queremos saber qué ocurre en España, por supuesto; pero nos tira como nunca la inmediatez de lo local y lo regional. A esto ha contribuido sin saberlo el Gobierno de España, fragmentando por completo la lucha contra el virus, de tal forma que si uno cambia de provincia, cambia también de mascarilla. Gema sigue la estirpe de grandes comunicadoras como fueron Lola Bravo o Soqui Silveira en Ciudad Real, o la misma Pura Pérez Campillo en Toledo. Hacen de su sencillez, familiaridad, serenidad y saber estar un capital tan inmenso que toda la ciudadanía se lo reconoce de inmediato. Bravo por las mujeres de las que tanto aprendimos.
Siempre admiré de Gema su clarividencia, trato, disposición. La frente lisa y despejada es metáfora de las ideas que vienen, vuelan y van en su cabeza. Podría ser una magnífica pregonera de Semana Santa. El tú a tú del comunicador es esencial, cruzarse con el oyente, el espectador, tratarlo como si uno mismo fuera, con igual respeto que a un presidente del Gobierno. Porque el oyente/espectador es tu único capital, no ningún gerifalte ni alto cargo. Ahí está la raza del periodista, de quien se afana en buscar la verdad y es capaz de tocar la fibra del corazón. Ramiro López, Publipunto, me dijo hace muchos años que podías ser el mejor periodista del mundo, pero en radio, amigo, si no tocas la fibra, o rozas con la yema de tus dedos el corazón de quien escucha, nada eres. Algo similar sucede en televisión, corregido y aumentado cuando es local. Gema ha entrado en la mitad de las casas de Ciudad Real y ha cuidado sus cocinas como si fueran la suya. Sus padres estaban orgullosísimos. Si no fuera por los tiempos de la vida, me casaría contigo, Gema.