Javier Ruiz

LA FORTUNA CON SESO

Javier Ruiz


Dos hombres y un destino

12/01/2023

La Venta de Aires, un lugar emblemático de Toledo, sirvió el otro día para presentar la candidatura de Carlos Velázquez al ayuntamiento de la capital regional. Quiere el PP resarcirse después de dieciséis años sin tocar bola en la ciudad más hermosa del mundo, mecida desde entonces por el socialismo a la toledana, que es una variante del castellanomanchego. Velázquez, pues, suma sus fuerzas a Núñez para intentar que la hegemonía socialista caiga en dos ámbitos claves como son la Junta y el Consistorio de la Ciudad Imperial. Quienes se enfrentaron hace unos años en un proceso de primarias, cruzan de nuevo sus caminos para llegar a buen puerto o, al menos intentarlo. Uno, vanguardista a la vez que clásico, no puede dejar de acordarse de Redford y Newman en aquella película de finales de los sesenta, previa a otra mejor que vino después y fue El Golpe. Los parecidos de uno y otro los dejo a beneficio de inventario, pero el peperío al final ha elegido dos hombres diferentes para un mismo destino.
La Venta estaba el otro día hasta la bandera y era obvio que habían tocado silbato, aunque también se veían caras nuevas y, sobre todo, partidarios de Charly, que es así como cariñosamente llaman a Velázquez. Curtido en mil batallas, hace gala de su pasado toledano y adscripción al barrio de Santa Bárbara. La vida, en cambio, lo llevó a un municipio desconocido para él entonces, como Seseña. Eran los tiempos del Pocero y su enfrentamiento con el alcalde rojo, que le puso las peras al cuarto y le cantó las cuarenta. Francisco Hernando tuvo que hacer frente al final de sus días a este contratiempo, que verdaderamente quedó resuelto cuando Charly llegó a la Alcaldía. 'El Quiñón' salió adelante y parece ya disuelto el aire a pelotazo con que nació. Ahora su partido lo requiere para Toledo y seguro que dará guerra. Tengo para mí que se lo ha pensado mucho, pues sabe que ello supone múltiples sacrificios personales y la empresa no es fácil. Ganar a Tolón son palabras mayores. Habrá de trabajar mucho y en múltiples frentes para intentarlo. El otro día juntó a las distintas familias del PP toledano, dispersas como las doce tribus de Israel. Vi incluso a molinistas de toda la vida como Nuria, su jefa de gabinete, con la que me fundí en un gran abrazo. La vida, al final, es eso por encima de todo. Los toledanos tendrán la palabra.
Mientras, Núñez sigue la marcha con su cadencia de martillo pilón. Hace tiempo me dijo alguien de dentro algo que no me pasó desapercibido. «Una de sus virtudes es que se equivoca poco, menos incluso que otros de más renombre». Y lo ha ido demostrando con el paso del tiempo. Es cierto que su bisoñez y juventud le han acarreado más de un disgusto, pero también con los años ha ido corrigiendo determinados defectos. Ahora se agarra sobre todo a la situación nacional y al agujero que Sánchez puede hacerle al PSOE. Page, que lo sabe porque le salieron los dientes en política, lleva toda la legislatura desmarcándose de la jugada. Vio el fondo de ojos a Pedro en el dieciséis y actuó en consecuencia, solo que la militancia enfervorecida le hizo un flaco favor al país eligiéndolo nuevamente. A mí me gustaría saber si los afiliados socialistas que apoyaron a Sánchez en su momento, le comprarían ahora un coche de segunda mano. El Peugeot mismamente, por no hablar del Falcon. Sin embargo, Emiliano sabe latín, griego y arameo. Las elecciones de ahora se parecerán mucho a las del noventa y cinco o el once. Pipas y palomitas tendremos hasta el final. Como en el cine, ya veremos en qué terminan estos dos hombres y un destino.