Juan Ignacio de Mesa

Barrio de Santo Tomé

Juan Ignacio de Mesa


Columna veraniega

19/07/2021

La digitalización ha mejorado mucho nuestras vidas. Poder tener acceso a través del teléfono móvil, a toda la información que está colgada en las redes te permite saber casi de forma inmediata, desde donde nació Pitágoras, hasta poder disponer de una explicación, mínimamente comprensible, de la teoría de la relatividad. Pero también ha supuesto que el ciudadano corriente se ha convertido en «colaborador necesario» de la administración y, no digamos, de las empresas prestatarias de servicios de telefonía, electricidad, financieros, etc. El ciudadano que no disponga de acceso a Internet, se ha convertido en un ser casi inexistente, mucho más en los tiempos que corren en donde es imposible una atención presencial si no has gestionado con anterioridad una cita previa que, obviamente, has tenido que hacer a través de la red. Y creo que estas reglas de juego han venido para quedarse y debemos aceptarlas, pero propongo que se regulen un poco las maneras en que se llevan a cabo. Cierto es que se sigue cumpliendo lo que defino como la sociedad del conocimiento, en esto España es ejemplar, el que conoce a alguien tiene ventaja para resolver la gestión que debe llevar a cabo, pero esta opción se debe extender a la totalidad de la población. Y debo reconocer que no puedo quejarme del trato recibido en las gestiones que he tenido que llevar a cabo en las últimas semanas. He recibido una atención excelente por parte de las empleadas de la tienda de Movistar de la Calle Colombia, donde tuve que ir a resolver un problemilla con el servicio de la red que, por fin, ya tengo en casa. Lo mismo debo decir del personal de las entidades financieras donde he tenido que ir a gestionar temas personales y profesionales. La atención en el Ayuntamiento de Toledo por el personal que atiende en cita previa fue excepcional, y casi montamos tertulia los que estábamos esperando a que nos atendieran. Pero también he presenciado algunas escenas que demuestran que falta un poco de saber estar y comportarse. Cierto es que han sido escasas, pero merece la pena aconsejar que siempre se hacen mejor las cosas con educación y una sonrisa. Como verán, hoy estoy casi de vacaciones.