Corría un invierno pre-crisis, antes de la del 2008, y muchas cosas ya no iban bien. La organización no era el punto fuerte, la planificación brillaba por su ausencia y se estaban consiguiendo malos resultados colectivos.
Hubo una mente preparada para afrontar las que vinieron encima por ser valiente y sobre todo una persona de honor. Después de un congreso provincial cargado de soberbia, y 13 años, los que lo negaron allí lo aprobaron por unanimidad hace 3 días.
Manuel Rabalo encabezó un grupo que defendía la limitación temporal de cargos, la no acumulación de puestos, el trabajar a pie de calle y fortalecer las juntas locales, defendiendo la integridad decisoria de los pueblos desde la militancia de base. Parece que, en una parte mínima, la misión está casi cumplida. Casi, sólo falta que se lleve a efecto para que el desierto brote como un vergel preelectoral.
Como se instauró la ley del silencio es bueno recuperar hemerotecas. Si no eras del gremio, se te limpiaba, para que brillaras en tu propia ausencia. Muchos, por lo bajini, (por ser pulcro), o por la espalda, (para ser castizo), arremetían contra los autoritarismos caprichosos. Mucho de personalismos y poco de humanismo cristiano.
Ahora, alguien puede pensar que las ocurrencias de hoy nacen del interior de la Libertad de cada cual, pero la inspiración o las “musas» que decían en el Romanticismo no es propia, sino que es adquirida; no es natural, es aprendida; copy & paste. En este caso, el comentario de ciertos axiomas, claros y recurrentes, no son con ánimo de ofender, sino de rememorar el jodido pasado.
La defensa de los principios y valores del partido son importantes ahora y entonces. Se avisó que los votantes buscarían marcas externas si no se defendía la lucha por la vida, la defensa de la familia, el mantenimiento de la integridad de la territorialidad estatal. Y ocurrió.
El trabajo educativo, hasta evangelizador, de aquellos infructuosos años, ha servido de algo. Parece que no clamábamos en el desierto, era frente a un colectivo que ha visto peligrar aquellos que fueron sus principios, y no se atrevieron a defenderlo en aquel momento. ¿Razón? Cada cual tendrá la suya, personal e intransferible, pero aquella misión, casi se ha cumplido. Que tengáis buena semana.