Ilia Galán

LA OTRA MIRADA

Ilia Galán

Poeta y filósofo


Todis, Todus, Todaeos

25/04/2021

«A todos, a todas y a todes, los trans; escuchados, escuchadas, escuchades; uno, una y une; su hijo, su hija o su hije (...)»..., dijo en público, pública, públique, Irene Montero, la ministra y esposa/oso/ose del exvicepresidente del gobierno, pero me siento discriminado, dijo una de mis amistades, amistadas, amistados... «Pues si ya en España reconocen 37 géneros sexuales, según leo en algún panfleto, a mí no me han designado, designada, desginade, designadi, designadu... Y habría que seguir combinando vocales: designadae, designadao, designadau, etc, para llegar a todaeious. Ya se considera normal a quien se siente árbol, transespecie..., o lagartija; ¡Noooo, lector, no sea usted tradicional, prohibido queda esa tendencia criminal! Usted, usteda, ustedi, oustaeiuy..., ha de considerar que también es normal, que no es enfermad... Permítanme ahorrar papel (por ecología) y vocales, para evitar bostezos en las líneas que señalarán cómo a Cervantes ya no leerán, ni nuestro gobierno sabrá de verdad quién fue Rosalía de Castro o Pardo Bazán, Teresa de Jesús ni nadie más, nadia, nadii... Que uno así no se entera, nuestra lengua milenaria destrozada queda... Si uno dice que es varón, aunque haya concebido un hijo, pide femenina subvención que hemos de pagar los trabajadores para su operación, mientras mendigos y parados nada recibirán. Leyes para unos pocos/as/poques, quis, cos, cus... El feminismo ya se queda pequeño y ahora hay que invertir en que cada uno sea lo que se imagina o quiera. Ya los libros de texto se llenan del lío y vano vocabulario de los sexos, la confusión tenemos y mantenemos, pues la pagamos con nuestros impuestos. Gastan tinta, papel de árboles recién talados, tiempo para decir musulmanas y musulmanes, almohades y almohadas, ¡ay, qué sueño! O pesadilla tal vez, según veo y leo.

No es nuevo, ya empezó con vanos desdoblamientos que van contra la natural economía del lenguaje/ja... Pero ya lo dijimos antes, ni la silla es hembra ni la madre/a trans ni los órganos genitales tienen que ver con esa castellana lengua, que todo son perturbaciones y lo que importa es que no se abuse de mujeres ni de nadie, que tengamos los mismos derechos, aunque no tengan que ser todos de derechas, claro, pues Clara también lo entendió, o lo entendiá... Actuales batallas por motivos ridículos alejan a muchos, por el sentido común, de ciertos sectores del feminismo y de cierto pluralismo. Crear una sociedad más justa, donde el respeto por cualquiera nos impregne, al margen de lo que en el abdomen o donde fuere porte, es lo importante. Pero tal laberinto nos ha metido en un sinsentido y quienes pagarán más duramente, por el rebote social que están provocando -triste hilaridad-, serán los aludidos, aludides, aludidis, dudus, dudos... ¿Soy lo que siento? Me siento princesa, dije: reclamo el trono/a... A Bruselas he enviado mi peticiona.