El Parlamento Europeo retoma este lunes en Estrasburgo la votación final de la 'Estrategia del Campo a la Mesa'. La verdadera columna vertebral de la nueva Política Agraria Común (PAC) que, junto a la 'comunicación de Biodiversidad Horizonte 2030', incluyen la ambiciosa e inquietante misión de reducir -por ejemplo- el uso de abonos químicos en un 20%, de fitosanitarios en un 50, así como destinar un 10 por ciento de tierras a 'elementos no productivos', es decir, a más barbecho. También pide incrementar las hectáreas de agricultura ecológica en Europa para que -ese año- el modelo ocupe al menos el 25% de la superficie agrícola útil.
Estos retos representan los grandes principios del 'New Green Deal' o 'Pacto Verde' que cambiarán la gestión de muchas explotaciones agropecuarias porque se verán forzadas a manejar métodos más eficientes, desde la siembra hasta la recolección pero sobre todo, mucho más sostenibles que reduzcan huella en los suelos, emisiones contaminantes e introduzca la economía circular en la destrucción de residuos y su aprovechamiento.
La reciente celebración de la feria 'Fruit Attraction' en el IFEMA de Madrid ha servido para actualizar la relación de herramientas a disposición del productor en materia de abonado por ejemplo con el fin de saber si vamos al compás de los reglamentos, o si las empresas de fabricación de fertilizantes y de fitosanitarios deben acelerar sus inversiones en innovaciones orgánicas y bioestimulantes que, aunque convivan en la práctica totalidad de los cultivos con métodos químicos clásicos, serán ya la primera opción en la lucha contra plagas o enfermedades, y en la necesidad de apuntalar la productividad para alimentar a un planeta que en 2050 tendrá más de 9.000 millones de habitantes.
El principal vértigo de los agricultores pasa por ahí, por ese supuesto catálogo y por el coste que representarán las alternativas ya que sabe que la vieja farmacia se agota como demuestra el hecho de que cada vez son menos los registros y autorizaciones de ciertos productos y más limitada la lista de sustancias y soluciones. Se impone la lucha biológica y el control integrado con método naturales, sostenibles, y nada contaminantes.
El problema es que cada año entran en Europa nuevas amenazas fruto de las importaciones de material vegetal y otros movimientos de mercancías como hemos visto con la 'Xylella Fastidiosa' de la que nada sabíamos en Europa hasta hace unos años y la transición va en ocasiones desfasada.
Los fabricantes entienden que deberán hacer más pedagogía con el productor para presentarse ante él como aliado de un cambio que parece irreversible, y en eso centran ahora la estrategia comercial para este y los años venideros al tiempo que Europa pisa el acelerador de esta reconversión porque han pasado muchos años sin avances en esta dirección. Ni siquiera las cumbres contra el Cambio Climático habían logrado redirigir las anteriores reformas agrarias europeas. Esta vez parece que sí, como demuestran las negociaciones de la nueva PAC entre las comunidades autónomas y el Ministerio de Agricultura que en estos meses se han centrado sobre todo en la mejor definición y configuración de los «ecoesquemas». De hecho, el jueves veremos si realmente hay tantos avances para lograr el acuerdo político decisivo que permita cerrar el Plan Estratégico Nacional y enviarlo a Bruselas antes de que a todos nos den las uvas.