Ángel Monterrubio

Tente Nublao

Ángel Monterrubio


Los Mayos

05/05/2021

Los Mayos

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«En algunos pueblos de Toledo aún permanecen las celebraciones, mezclando elementos paganos y religiosos como es el caso de Santa Cruz de la Zarza»
En épocas pasadas con la llegada del mes de mayo, como dice el viejo romance castellano ‘los enamorados van a servir al amor’, señalando que en ese mes se celebraban toda una serie de ritos encaminados a facilitar que mozas y mozas en edad casadera se conocieran y establecieran relaciones de noviazgo. Esos ritos van ligados estrechamente a las plantas como símbolo de la vida y del amor y conocemos con diferentes nombres: los Mayos, las Danzas del Ramo, las Mayas, las Enramadas… eran fiestas populares de origen ancestral que paulatinamente se han ido perdiendo y que la iglesia asimiló en celebraciones vinculadas al culto mariano con denominaciones como la Cruz de Mayo.  
El ‘mayo’ es un árbol, generalmente un chopo, que los mozos cortaban, limpiaban de ramas, excepto en la cima, que trasladaban al pueblo e hincaban en la plaza o jugar de costumbre el primer día de mayo, a veces adornado con cintas y flores y que servía como punto de encuentro de los jóvenes con danzas y cantos. Paralelamente también se engalanaban ventanas y balcones de las mozas, colgando enramadas o pintando ramos en las jambas de las puertas y se rondaba cantando canciones de amor, lo que se conoce como ‘cantar los mayos’. La poetisa y periodista Robustiana Armiñolas lo describe así en mayo de 1882: «Cada cuadrilla lleva consigo cuatro o cinco guitarras y 20 ó 30 pares de castañuelas para acompañar a los cantores, que entonan el originalísimo romance de Los Mayos, que los galanes van haciendo repetir durante la noche debajo de las rejas de sus novias».
En algunos pueblos de Toledo aún permanecen las celebraciones, mezclando elementos paganos y religiosos como es el caso de Santa Cruz de la Zarza, donde la noche del 30 de abril las rondallas cantan el primer mayo a la Virgen del Rosario en la Iglesia para acto seguido recorrer las calles del pueblo rondando a las chicas con mayos dedicados por su novios o amigos. Es muy curioso el caso de Totanés, donde se rondaba a las chicas con mayos tradicionales, pero también existía una canción llamada ‘canción de los sacramentos’ con la que se iban haciendo comentarios amorosos a la joven rondada siguiendo cada uno de ellos para finalizar con estrofas en las que el galán le pedía formalmente en matrimonio.