Enrique Sánchez Lubián

En el Camino

Enrique Sánchez Lubián


Nudos, silencio, memoria

20/05/2021

La periodista Elena Cabrera ha presentado en el Castillo de San Servando ‘Algunas lagunas’, libro donde relata el proceso personal transitado para intentar encontrar respuestas a la muerte de su abuelo, Raimundo Cabrera Martín, asesinado poco después de que las tropas de Varela tomasen Toledo en septiembre de 1936.
Comenzó a indagar sobre ello al hacerse preguntas con las que desenredar ese nudo de silencios heredados que aún perdura en muchas familias sobre qué ocurrió con sus antepasados muertos durante la Guerra Civil. Partiendo de ahí, ha escrito un texto donde se entremezclan el reportaje, el ensayo, el diario y la narración literaria, sin renunciar a la ficción de algunos hechos en el devenir de Raimundo, vocal de la Sociedad de Camareros ‘La Fraternidad’ durante la II República.
Desde que se aprobase la ley de Memoria Histórica en 2007, en ciertos ámbitos ha prendido la falacia de que con ella algunos quieren ganar ahora lo que sus abuelos perdieron en el frente de batalla. «Es qué no hay otras cosas más importantes que hacer», repiten, no faltando la manida recriminación de que iniciativas desarrolladas a su amparo distorsionan nuestra convivencia, quebrando el espíritu de reconciliación encarnado en la Transición.
A quienes así opinan, no parece incomodarles que en la España de hoy continúe siendo una indigna anormalidad que más de cien mil víctimas de la Guerra Civil y de la represión franquista continúen desaparecidas. Libros como éste dan respuesta serena, desde una experiencia particular, a quienes prodigan tales argumentos. La memoria se hereda, se transmite y con ella construimos buena parte de lo que somos. Cuanto más fiel a la realidad sea, menos sobresaltos habremos de conjugar en ese permanente diálogo que mantenemos con nosotros mismos forjando nuestra identidad. En el camino que Elena ha recorrido aún quedan sombras por alumbrar, de ahí su título. Tal circunstancia no es ajena a muchos de quienes todavía necesitan curar el dolor de un ciclo familiar abruptamente quebrado. Su calma precisa, al menos, de tres principios: verdad, justicia y reparación democrática, los mismos que ahora, por fin, podrán tener quienes aún lloran a las víctimas sepultadas en las fosas comunes de Almagro y Manzanares que en este mes de mayo han comenzado a exhumarse. Nudos, silencio, memoria.