Antonio Pérez Henares

PAISAJES Y PAISAJANES

Antonio Pérez Henares


¡Larga vida a Sánchez!

26/03/2021

¿Se acuerdan ustedes de los monsergones dominicales de Sánchez cuando era el gran salvador de la pandemia? ¿Se acuerdan de cuando se nos apareció triunfante antes del verano para decir que había vencido al mal y salvado por lo bajo 450.000 vidas? ¿Se acuerdan de cuando salíamos más fuertes y unidos? ¿Se acuerdan de cuando retransmitieron urbi et orbe la llegada de un palé con vacunas? Pues ahora el Caudillo Sánchez no quiere tocar el asunto ni con un palo. Vamos, que ni mentarlo. Que a él y su inmarcesible figura esa ‘cosa’ ni le roce.
Y ¿saben? la jugada le está saliendo ‘redonda’. Porque ‘este país’ que algunos queremos seguir llamando España tiene memoria de pez, se la han borrado, se la enlodan todos los días y a todas horas y está invadido ya por la maraña y por el cieno. ¿O cabe más lodazal que convertir, en medio de la muerte, 100.000 llevamos, la ruina y la miseria que acechan a millones de compatriotas, a un espectáculo de la telebasura en el debate nacional y al napoleón de la cochiquera en máximo referente ideológico?
 ¿Para que ir más atrás? ¿Para que recordar aquellos días de hace ya más de un año en que nuestro gobierno y sus voceros se desgañitan diciéndonos que no tuviéramos miedo algo, que lo peor era tenerlo, que nos paralizaría, que era una gripecilla de nada? ¿Y para que mentar aquel 8-M donde en su aniversario la culpa casi hemos acabado teniéndola quienes nos atrevimos a decir que mejor sería dejarse de manifestaciones? El recuerdo solo conduce a la melancolía y al peor de los desalientos al comprobar la soledad de la memoria y el imperio del olvido. Ni lo quisimos ver entonces y ahora borrándolo lo que pretendemos es seguir estando ciegos.
 A ellos desde luego nos ayudan y nos empujan, con los medios de comunicación convertidos en el gran ojo y altavoz orwelliano, pero la responsabilidad, ya somos supongo mayorcitos, es de la sociedad entera y la española está dando prueba de su desvertebrada inanición, su infantilismo, su bovino uncido al yugo, su equina adicción a la paja y su ovino seguimiento a la milonga campera.
Es tiempo de abandonar cualquier esperanza en lo colectivo. Lo único que lamento es no haberlo entendido mucho antes. Cada pueblo tiene el gobierno que se merece. Se acata. Añado que cada generación tiene también el futuro que se labra. Aunque esta que ahora está en ello, bien cebada, consentida y presuntamente preparada -no para la adversidad me temo- descargue culpas en todos menos en ellos mismos.
 En ello se parece, ciertamente y en mucho a nuestro gobierno. Así que con su pan se lo coman, si es que les llega la harina. ¡Larga vida a Sánchez!