Enrique Belda

LOS POLÍTICOS SOMOS NOSOTROS

Enrique Belda


Las Primarias como blanqueamiento del dedazo

22/11/2022

Llegando elecciones, y en unos meses toca, reaparecen costumbres y lugares comunes con los que se ocultan problemas de fondo y se barniza la escasa participación de la ciudadanía en la elaboración de candidaturas. En el Partido Popular, el PSOE, Ciudadanos, etc. se vienen celebrando a nivel nacional y territorial elecciones internas para renovar a sus dirigentes, lo cual me parece perfecto, pues la democracia de los partidos permite cualquier sistema de organización siempre que sea ajustado a derecho. De una forma o de otra, los militantes tienen la capacidad de marcar la línea de sus estructuras y seleccionar a los líderes, constituyendo esto la concreción de la libertad de asociación.
Cuando se trata de hacer candidaturas y mensajes, el partido (que puede elegir a quien quiera como líder) está mediando en la participación política de todo el cuerpo electoral, por lo cual resultaría más adecuado que la selección de candidatos (las verdaderas primarias que no han de confundirse con las meras elecciones internas del partido como asociación), estuvieran abiertas a todos los votantes, y fuesen reguladas por la ley electoral. En caso contrario la distorsión es un hecho, pues los dirigentes ganan congresos hablando para su militancia (persona asociada y activa), y ésta, en todos los casos, tiene intereses (políticos, personales) solo parcialmente coincidentes con el resto del cuerpo electoral.
Así, el traslado de las esencias de lo que piensa un militante de base pone en riesgo la concitación de mayorías en un país, e incluso llega a excluir deliberadamente toda opción que pase por empaparse de aquello bueno que tengan las ideas del adversario. En resumen, la visión es corta y necesariamente parcial, dejando a los partidos, a todos, más lejos de la sociedad diversa y cambiante a la que se enfrentan. ¿Lo saben esto los políticos que quieren reformas del sistema? Pues sí, según se ve en estos años de crisis, pero en vez de proponerse seriamente cambios, algunos, no solo los grupos antisistema, habilitan una suerte de mecanismo de escasas garantías al que denominan 'primarias', para que parezca que se pregunta a los militantes la decisión sobre los mejores puestos en las candidaturas, que ya han sido decididos por quienes democráticamente mandan en el partido.
Menos engaños: el proceso de elección de candidaturas se solventa y pre-constituye al ganar un congreso interno. Si esto no gusta, viajemos a las primarias verdaderas y llamemos a todo el cuerpo electoral a participar en la elección de candidatos y no solo a refrendar lo que van diciendo las elites políticas.