Carlos Calzada

Carlos Calzada


El agón del deporte

02/12/2022

Desde tiempos de la civilización y cultura griega, el concepto de agón es prácticamente inseparable del deporte. Entiendo de manera simple y breve el agón como acciones de confrontarse, disputar y competir, y para mí, aquí radica uno de los principales problemas del CD Toledo, en la misma base epistemológica del deporte. La parte de belleza y libertad que este término también lleva implícita para la sociedad griega, por supuesto, pierden hoy en día el sentido por la situación que vive el equipo de nuestra ciudad.

El fútbol, como todo los deportes, tiene sus propias reglas, las que están escritas en infinidad de textos y las que no están escritas, pero que la experiencia y la pasión por este deporte te da día a día, entrenamiento a entrenamiento y partido a partido. Hoy por hoy, debería ser obligatorio que el futbolista que quiere ser profesional fuera conocedor de todo esto, lo comprendiera, lo trabajara y lo hiciera propio para sacarle el máximo rendimiento en cada instante.
Pero, además, por encima de todo esto, considero que está la ambición, no para el deporte, sino para todas las facetas de la vida, y el CD Toledo parece que se conforma, sin hambre, con lo que salga domingo tras domingo ajeno a su cruda realidad.
Además, una de esas normas fundamentales, y casi obligatorias, me atrevo a decir, es que al fútbol se juega con el balón, y, si no lo tienes o no lo quieres, es muy complicado que consigas el tan ansiado objetivo del gol, para el que además, casi siempre hay que tirar a portería.
El CD Toledo está demostrando que adolece de personalidad sobre el terreno de juego y es incapaz de competir contra cualquier rival y contra sí mismo. No hay atisbo de una intención de juego asimilada, no parece que haya un plan A, ni B, ni C.
Se deja pasar indiferente cualquier oportunidad favorable, como por ejemplo esas situaciones de superioridad numérica. Es terrible la vulnerabilidad y falta de contundencia del equipo en ambas áreas… Hay que ponerse el mono de trabajo y olvidarse de todo lo anterior. Ahora toca sacrificio, esfuerzo y fútbol eficaz.
Me duele escribir en un tono tan negativo, pero las sensaciones que transmite el equipo así lo son. La paciencia se acaba y la afición está cansada, y estas dos jornadas consecutivas en el Salto del Caballo, y contra rivales directos, pueden ser la última oportunidad de punto de inflexión, para realmente seguir vivos en esta competición.