Ignacio Ruiz

Cabalito

Ignacio Ruiz


Cementerio de elefantes

20/10/2021

El don de la sabiduría está en discusión entre si se nace, o se hace. Bien es cierto que, desde hace ya mucho tiempo, el ser humano, caído del guindo, apreció que podía dominar al resto de seres del planeta. Pero, no podemos obviar que, el reino animal, multivariado y pluricolectivo, nos da lecciones de nobleza, bondad, comprensión e, incluso, inteligencia.
Los felinos porque nos dan a entender que ni hay que fiarse de ellos, ni ellos se fían de nadie. La ganadería brava, orgullosa y dominante, noble en la entrega de su fuerza y valiente en el derroche de energía, tras un ziszás en su masculinidad se puede convertir en mansedumbre obediente y sumisa a la orden de un buen mayoral.
Los elefantes en su sabiduría saben conducir, como han demostrado en China hace poco, a una manada en la búsqueda de lugares por el bien común, sin dejar a ninguno atrás, salvando todos los obstáculos. Pero ese elefante, desde el principio de los tiempos sabe que, pasado su tiempo, se convierte en una carga para la manada. Una vez hecha su labor de enseñanza con los pequeños, da un paso a un lado para no ser un estorbo. Tras defender al colectivo, plantando cara ante la amenaza con sus colmillos y su trompa, el elefante sabe cuándo ha de abandonar la batalla.
Una vez retirado pertenece al grupo de viejos sabios que pueden contar su vida en episodios interminables, con mil y un ejemplos de soluciones a problemas encontrados en los caminos. Saben discernir cuáles son las batallas que se han de luchar y cuáles son las que se han de evitar. Pero, sobre todo, saben que el colectivo está por encima de la individualidad.
De ahí el pensamiento asiático, tan distante del occidental basado en el Humanismo, el hombre en el centro. Por eso nos encontramos, día sí y día también a viejos humanos que no saben dar el paso al lado. Experimentados que envalentonan a otros y quieren luchar batallas pero con cuerpos ajenos y daños que no son suyos. No saben encontrar su cementerio de elefantes, donde no yace su cuerpo, sino que descansa su sabiduría. Saber retirarse a tiempo es de sabios, querer luchar batallas a través de otros es de cobardes.

ARCHIVADO EN: China