Me gustaría preguntar a la ciudad y a la alcaldesa si saben la razón o razones por las que Talavera que hace unas décadas llegó a estar en lo más alto se hundió tanto. No voy a enumerar los argumentos que recitamos los talaveranos cuando la realidad unida a la añoranza nos empujan a la eterna disertación sobre el asunto. Quizá lo que escribo a los foráneos no les parezca importante o sólo una ensoñación gratuita, pero a quienes piensen así les manifiesto que no estoy de acuerdo. Aquellos años del estreno de la democracia aún inocente e insegura, significaron para Talavera una época no sólo de esperanza e ilusión, sino una etapa en la que, si bien ya llevaba el cáncer del trasvase, el dinamismo y desarrollo talaverano y eran tan briosos que podían con cualquier mal pronóstico sobre la ciudad que alguien imaginara. Con el Mercado de Ganados a pleno rendimiento aparecían en las zonas comerciales oficinas bancarias de procedencia tan dispar como Castilla la Vieja, rebautizada hacía poco como Castilla y León, hasta cajas de ahorro de las provincias extremeñas o Sevilla. Un camarero veterano me recuerda la cantidad y calidad de las discotecas existentes, me refresca la memoria y me dice que la avanzada 'Androides', además de pinchar lo último de la movida, recogía una clientela variopinta y adelantada tanto en gustos musicales como en opciones sexuales. Todo Chueca estaba en aquella discoteca afirma.
Un amigo de gran gusto al vestir que trabajaba en Madrid en aquellos años, siempre ha referido que compañeros del trabajo le preguntaban dónde adquiría jerséis y camisas de tan buen gusto, que en realidad adquiría en un comercio talaverano tan popular como Mary, tienda en pleno auge entonces. Era tan importante para Talavera el mercado de ganado, malbaratado luego en una nefasta mudanza propiciada por talaveranos y gente de La Junta, que su práctica desaparición fue un descomunal varapalo del que Talavera no se recuperó aún y no creo que se recupere nunca. En Salamanca y Torrelavega siguen de fiesta. Talavera no debe absolutamente nada ni a la Junta ni al PSOE.
Como sabes alcaldesa, llegó Talavera muy alto en el centro de su próspera comarca que bullía de vida y futuro, despertando interés en políticos e industrias hasta que ciertos jefes de la Junta de Comunidades, hostiles e ignorantes decidieron en tiempos de tu compañero Bono, que el peso talaverano debía trasladarse hacia La Mancha y así estamos, decreciendo, con el comercio por los suelos, sin industria, embobados con quimeras como Meta- ojalá me equivoque, deseo fervientemente equivocarme y meter la pata, pero me temo que no: sin río, sin futuro y encima con el Talavera C.F. camino del descenso.
Escucha Tita, escucha a Talavera de una vez.