50 años al frente de un negocio goleador

Lola Morán Fdez.
-

Luis Lancha y Ana Camacho fundaron en Talavera en 1972 el bar 'Penalty', liderado los últimos 15 años por ella tras fallecer su marido. Se jubila llena de gratitud por la gran acogida

50 años al frente de un negocio goleador

El 13 de mayo de 2022 se cumplirán 50 años de la apertura de la Marisquería-Bar 'Penalty' en Talavera, un negocio con raíces vascas que trajo a la ciudad los pinchos típicos de Vitoria, ciudad desde donde recalaron sus fundadores, Luis Lancha y Ana Camacho.

Su andadura comenzó en Talavera en el año 1972. El matrimonio, junto a su hijo Luis, llegó a la ciudad desde Vitoria en busca de un mejor clima por recomendación sanitaria de residir en un lugar más cálido. Al ser de Toledo la familia de Luis Lancha, «les sonaba bien Talavera y vinieron a mirar por encima, no con intención de comprar, y justamente dieron con una nave» en la calle Doña María de Portugal. La compraron y el bar restaurante se empezó a construir enseguida en esta primera ubicación, desde donde siguieron los pasos al 'Penalty' que ya tenía en Vitoria la familia Lancha.

A pesar de ser nuevos en la ciudad, su negocio tuvo un comienzo «muy bueno». «Siempre tenemos que dar las gracias a todos los clientes porque desde el primer día nos aceptaron estupendamente, se llenó», recuerda Camacho. Ya desde esos inicios «se empezó a correr la voz» de sus exquisitos productos, entonces sobre todo por el 'champi', las gambas y los pinchos al estilo de Vitoria. 

Fue precisamente «la barra llena de pinchos» lo primero que despertó el interés de los clientes, ya que en ese momento no era habitual en esta zona ofrecerlos con la consumición.

A ello se fue sumando, poco a poco, el pescado, que era la intención de los propietarios, junto a la elaboración del marisco. «Lo fuimos introduciendo poco a poco y muy bien, la gente lo ha aceptado muy bien», explica Camacho, quien destaca que precisamente ahora el restaurante es más conocido por sus mariscos y pescados, sin dejar de lado su ya popular champiñón.

Para seguir creciendo en productos y prestar una mejor atención al público, el matrimonio decidió cambiar de local unos 12 años después, aunque se mudó muy cerca de donde comenzaron su trayectoria en la ciudad. Así, se trasladaron a la calle Cabeza del Moro, donde levantaron el restaurante actual, que ha seguido creciendo con el paso de los años.

Agradecida. Tras esos casi 50 años en el negocio, que continuó liderando tras el fallecimiento de su marido, Ana Camacho ha decidido jubilarse animada por su hija Estíbaliz. No se cansa de «dar las gracias» una y mil veces a todos sus clientes y «a todas las personas que nos han aceptado tan bien y a las que ha sido tan agradable atender y estar con ellos». Muchos de ellos han pasado a ser ya «amigos» y «forman parte casi de la familia todos» porque «hemos tenido la suerte de tener una clientela maravillosa», tanto de Talavera, en un primer lugar, como de fuera de la ciudad.

Emocionada, Camacho se muestra muy agradecida por todos estos años en los que ha estado al frente del negocio y confirma que «va a continuar» de la mano de Arturo Moreno, su socio durante los últimos 15 años. «Sé cómo es y que lo va a llevar bien», confirma acerca de quien explotará ahora su negocio. «He visto que es la persona ideal para seguir explotando mi negocio, un negocio que hemos hecho desde cero mi marido y yo», afirma.

Camacho ha confiado en él para que siga llevando las riendas de un negocio que nació y creció con mucho mimo y dedicación, marcado por la calidad de sus productos, con la maestría a la plancha de su tristemente fallecido marido y con la amabilidad del trato a la clientela de sus propietarios y su personal, entre ellos Jesús, que ha estado prácticamente desde los inicios del 'Penalty'.

Por allí han pasado personajes muy conocidos como futbolistas y altos cargos, aunque solo sabrán sus nombres quienes hayan coincidido con ellos porque la discreción es otro de los valores de sus propietarios, en su afán por hacerle más cómoda y agradable la visita a sus clientes.

Una meta que se han marcado siempre con todos aquellos que han pisado su negocio, que se ha convertido en «un referente en España entera». A él acuden desde todos los puntos de la geografía española, y se ha convertido incluso en «punto de encuentro» para amigos de distintas comunidades que se dan cita allí para reunirse. También llegan clientes de otros países como Francia, Italia e Inglaterra, que han podido conocer la ciudad a raíz de sus visitas gastronómicas. 

Todo ello sin dejar de recibir a clientela de Talavera y su comarca. Por todo, haciendo un repaso por este casi medio siglo del 'Penalty', Camacho se queda «con la gente». «No me he visto nunca como que venía de otro lado, nos han aceptado desde el primer día y para mi la gente ha sido especial», reconoce.