«Nadie quiere que lo dejes, pero nadie te quiere ayudar»

J. M. Loeches
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Kárate, piragüismo y parapowerlifting. La lista de deportes que practica Isabel Fernández ha crecido acompasada a los éxitos. Ha sido doble campeona de Europa y doble campeona del Mundo, además de varias veces campeona de España.

Isabel Fernández es doble campeona de Europa y doble campeona del Mundo de parakárate. - Foto: David Pérez

Muy contenta con el reconocimiento por parte de la Junta de Comunidades de Castila-La Mancha en el Día de la Mujer, ¿no?

Sí, la verdad es que estos premios ayudan, y mucho. El deporte de alta competición nos exige mucho esfuerzo y sacrificio y siempre viene bien que te lo reconozcan. Además, ya sé que también voy a recibir la Medalla de Oro de Castilla-La Mancha. Es un orgullo.

¿Cuesta mucho el día a día?

Bastante. Llevo un tiempo que me estoy planteando dejar el deporte porque es demasiado sacrificio para lo que hay. Llevo un ritmo muy alto y siempre pienso que si me compensa. Esta situación requiere un nivel alto de estrés y llevar el físico al límite.

Supongo que tampoco hay ayudas acordes a la competición y los resultados.

No. Solo para los viajes, tengo una previsión de gastos para este año de 3.000 euros. Y ahora mismo no cuento ni con patrocinadores ni con ayudas, así que es un gasto de dinero, tiempo y vida que no se ve recompensado. No estoy ganando nada y, cuando dices que lo vas a dejar, nadie quiere que lo hagas, pero tampoco nadie te quiere ayudar.

¿Se ha encontrado alguna traba en el deporte por ser mujer?

La verdad es que en el deporte nunca he encontrado diferencias por ser mujer, ni en el karate ni en el piragüismo. Sí es verdad que en el 'parapowerlifting', en el Campeonato de España por Clubes, las mujeres valemos menos. Cada participante suma unos puntos para el conjunto del equipo, pero la competición de las mujeres puntúa menos que la de los hombres. Es algo por lo que Loida Zabala lleva muchos años peleando, pero todavía no se ha cambiado. Por ejemplo si Castilla-La Mancha lleva dos mujeres dentro del equipo, va a puntuar menos que otra comunidad que tenga a cinco hombres.

¿Y por discapacidad?

Sí, lo cierto es que las mayores trabas que me he encontrado ha sido por tratarse de deporte adaptado. Hay una diferencia abismal con el deporte convencional, tanto en lo económico como de movilidad, y, además, se valora menos. Por ejemplo, no hay más que ver el reparto de premios económicos en unas Olimpiadas, con unos 90.000 euros para los ganadores, y en las Paralimpiadas, con unos 50.000. Estamos hablando de casi la mitad.

Por eso no compensa...

Claro. A nosotros nos faltan premios y apoyos, y eso que un deportista convencional tiene menos gastos. Por ejemplo, yo necesito una silla de ruedas, un coche adaptado, medicinas propias, más trabajo con los fisioterapeutas… y así estamos, con ayudas y premios de menor cuantía.

¿Cuánto dura su jornada?

Pues no paro de estar en mi casa. Es de lunes a domingo, entre el trabajo, los entrenamientos y las competiciones. Empalmo una semana con otra y tengo la sensación de que no puedo descansar en ningún momento. A las 21:30 horas estoy en la cama, aunque me gusta leer algo un poco antes, y me levanto a las 6:00 de la mañana. Febrero y marzo se me están haciendo especialmente duros porque tengo muchas competiciones.

También forma parte del Ejército, ¿se nota la diferenciación?

Es donde menos. Desde siempre ha sido un lugar de hombres, pero yo solo puedo decir que estoy mejor que bien. Jamás he tenido ningún tipo de problema porque soy una persona más. Somos 16 en plantilla y todos nos ayudamos entre todos. De hecho, cuando estoy más de quince días de vacaciones, al final lo acabo echando de menos. Tengo que decir que me sirve de terapia.

¿No ha tenido ninguna mala experiencia?

En Toledo, no. Es verdad que en Córdoba sí que lo pasé mal, pero no porque fuera el Ejército sino porque el grupo con el que di no era el adecuado. Se trató de algo puntual, pero esto no es lo habitual.

¿No se ha planteado dejar alguno de los deportes que practica?

Sí. Mentiría si dijera que no. Pero es que ahora mismo, en mi objetivo de estar en unas Paralimpiadas, no sé cuál me va a abrir esa posibilidad. De momento, el karate no acaba de ser olímpico, y, aunque parece que puede ser en el parapowerlifting y que mi categoría también se abrirá en paracanoe, no quiero dejarlo. El karate es mi deporte de toda la vida y el que me puso en la primera línea. Incluso mis amigos me tienen en el móvil como 'Isa karateca'.

Sí, lo cierto es que todo el mundo la conoce como la campeona del Mundo de kárate en silla de ruedas.

Lo sé, pero es mi deporte, lo que me ha dado identidad y mi primera ilusión de ir a unos Juegos Paralímpicos, aunque también tengo claro que he de tomar una decisión. Hay mucha incertidumbre y no quiero equivocarme con la decisión porque, depende de qué camino coja, puede ser el bueno o el malo. Además, pienso que si lo dejo, quizás hay alguien que ya no tendrá referente de cara al futuro, y eso puede dejar a muchos deportistas por el camino. Mi psicólogo me dice que esa mochila no es mía, pero menuda presión… Es muy duro tener que dejar algo que te gusta, así que lo mejor es ponerme un objetivo importante y, lo que interfiera, es lo que tengo que quitar.

¿Qué esperamos, entonces, de este 2022?

De momento, no dejarlo (ríe). Hay muchas competiciones de los tres frentes que ahora mismo tengo abiertos.

Empezamos por el kárate.

Aparte de la Liga Nacional y el Campeonato de España, en mayo se celebra el Europeo, que se celebrará en Turquía.

¿Y en paracanoe?

Está a punto de abrirse mi categoría a nivel internacional. De momento, ya fui campeona de Castilla-La Mancha hace unas semanas, y por delante de los chicos que participaban. Estoy progresando mucho y este año estaré en más competiciones nacionales, para buscar de nuevo el podio.

El 'parapowerlifting' le hace mucha ilusión, ¿verdad?

Sí. Este año hay Europeo y Mundial, además de Campeonato de España. Tengo opciones de estar seleccionada porque ya tengo mínima internacional, así que me haría mucha ilusión. Ahora mismo es la opción más clara poder estar en unos Juegos Paralímpicos.

Pero su primera ilusión estaba puesta en hacerlo con el kárate...

Sí. Es mi deporte, el que me ha dado identidad y donde tenía puestas todas las ganas, pero todavía no se sabe si entrará en Los Ángeles 2028.

Queda un poco lejos.

Bastante, pero creo que podría alargar mi carrera deportiva sin problemas. El ejemplo es Sandra Sánchez, que ha conseguido ser campeona olímpica con casi 40 años. Esa edad tendría yo en 2028.