Vuelve la Fiesta del Olivo, «desde Mora para todo el mundo»

Mario Gómez
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El alcalde de Mora, Emilio Bravo, destaca la universalidad de una fiesta en la que los morachos son protagonistas, pero en la que los visitantes «se sienten como en casa»

El desfile de carrozas y carros engalanados, presidido por las Reinas de la Fiesta de Olivo acompañadas por su corte de honor será este domingo a las 11,30 horas. - Foto: Y. Redondo

Después de la tormenta siempre llega la calma. Después del frío invierno, llega la alegre primavera. Después de dos duros años de pandemia y restricciones, «desde la responsabilidad», al fin Mora puede celebrar su tradicional Fiesta del Olivo. 

Precisamente debido a la pandemia, y al alto número de fallecidos que ésta ha dejado, el primer recuerdo que tiene el alcalde de la localidad, Emilio Bravo es para todos aquellos que «se fueron durante este tiempo con la ilusión de volver a disfrutar con la Fiesta del Olivo».

Esta situación le hace reiterar la necesidad de «extremar las precauciones sanitarias», para poder disfrutar de su fiesta más universal «por todo lo alto».

Bravo destaca la «ilusión» con la que los morachos han preparado la fiesta.Bravo destaca la «ilusión» con la que los morachos han preparado la fiesta. - Foto: Y. RedondoBravo destaca «la ilusión y las ganas» con las que lo morachos están preparando este fin de semana tan especial para todos ellos. «Se nota en la calle», cuenta orgulloso el primer edil moracho.

ilusión. el alcalde pone voz a la ilusión con la que muchos «carroceros» han retomado sus trabajos para exhibir las carrozas en el desfile de este 2022. Obras que llevan aparcadas desde que en 2020 se desatase la pandemia y que los morachos cuidan con esmero cada detalle de cara al tradicional desfile: «el gran momento de poner en escena todo el trabajo realizado». Una labor esforzada, «un trabajo de calidad», y un «producto de orgullo», es lo que explica el alcalde moracho sobre cómo se han ido elaborando estas carrozas con las que asegura que «no puede nadie». Esto a pesar de que las predicciones meteorológicas no son del todo favorables y las inclemencias amenazan la celebración, pero ante lo cual Bravo remarca que la fiesta «se ha celebrado hasta con nieve», aunque no oculta que «siempre apetece que se de con buen tiempo, para que tanto morachos como visitantes disfruten más». 

Precisamente este es otro de los puntos por los que se caracteriza esta fiesta, que «es de Mora para todo el mundo, pero con protagonismo de los morachos». «Los morachos somos gente acogedora, tenemos nuestros bailes tradicionales, nuestros productos y en esta fiesta queremos que todo el que venga, se sienta uno más, porque es nuestra idiosincrasia», argumenta.

Una sexagésimo cuarta edición que llega tras mucha incertidumbre y que desde «la coronación de la reina y damas que fueron elegidas hace dos años», hasta «el concurso de poda de olivos que ya hemos celebrado», dejará un rosario de actos dentro de un programa «para todos los gustos», ya que según explica Bravo, se trata de actividades para que todas las personas puedan disfrutar. Desde folklore infantil hasta un encuentro de caballos y carruajes, pasando por disc-jockeys o por «el hecho histórico de que un pueblo de nuestro tamaño tenga tres matadores de toros en activo y que vayan a coincidir en un mismo cartel».

Concursos de migas y mojetes, los tradicionales coros y danzas, el concurso de lanzamiento de huesos de aceituna, y como no, el «tradicional Desfile y Concurso de Carrozas y Carros Engalanados», en el que el regidor hace especial hincapié ante la importancia y significación que «para todos los morachos tiene volver a ver sus calles con ambiente festivo y sus trajes tradicionales como actores principales». Y es que ahí precisamente radica el ser de esta fiesta «de tiempos inmemorables», en la que la costumbre consistía en la invitación por parte de los propietarios de gran número de olivos a las personas que habían participado en la recogida del fruto a una celebración en la que se organizaban bailes y se engalanaban los carros y galeras que habían transportado la aceituna a la almazara durante la campaña, festejándose el final de la recolección a nivel individual de cuadrillas.

De ahí surgió la fiesta que en este año alcanza su sexagésimo cuarta edición, y que ha hecho que desde muchos puntos de la geografía regional y nacional la ciudadanía vuelva sus ojos a Mora, sabiendo que «es una fiesta con protagonismo moracho, pero abierta y acogedora con todos los visitantes», que tal y como espera Bravo, este fin de semana hasta el próximo lunes abarrotarán la localidad.