La borrasca ‘Bárbara’ que ha afectado a buena parte de la península  en las últimas horas, ha dejado récords de lluvias y vientos huracanados. En Toledo capital, el temporal se hizo notar entre la noche del martes y la madrugada del miércoles, obligando a los bomberos del parque municipal a realizar un total de 15 intervenciones debido a la acción de vientos que marcaron los 101 kilómetros por hora.

Aunque el aire sopló con fuerza en todos los puntos de la ciudad, y todos los barrios se vieron afectados con caídas de ramas, la zona que más sufrió los envites de la borrasca fue el Polígono residencial, en donde los bomberos tuvieron que retirar de la calzada varios árboles de gran tamaño.

Por fortuna, no hay que lamentar heridos a consecuencia de la caída de ramas u árboles, y los daños materiales han sido esta vez de escasa consideración. La labor de los bomberos ayudó a solventar los problemas de tráfico que se originaron en algunas calles del Polígono, con la caída de árboles a la calzada. El hecho de que los sucesos se produjeran de noche, unido al escaso tráfico a esas, horas favoreció que no hubiera que lamentar daños personales y que los trabajos de retirada de los árboles se realizara sin ocasionar apenas molestias.

Vientos de 101 kilómetros por hora en Toledo capitalA las seis de la mañana de ayer los bomberos fueron requeridos en la calle Jarama al descubrirse una rama que amenazaba con caer sobre la vía. Más tarde tuvieron que desplazarse al Casco Histórico, en donde recibieron un aviso por una chapa que amenazaba con caer desde un tejado. Se trataba de un inmueble de la calle Rojas que presenta un estado ruinoso. Los bomberos tuvieron que acceder a su interior y, tras transitar por zonas de dudosa estabilidad y plagadas de escombros, proceder a retirar la chapa de metal que el viento había arrancado y que amenazaba con caer con fuerza a la calle con el consiguiente riesgo para los ciudadanos.

De todos los barrios de la ciudad, sin duda alguna el Polígono fue el más afectado por la caída de ramas y árboles, y el que contó con los ejemplares de mayor tamaño implicados en los sucesos.

Los bomberos tuvieron que cortar los restos de los árboles y proceder a su retirada de la vía pública. En muchas de sus actuaciones recibieron el apoyo de la Policía Local, que les ayudó a la hora de regular el tráfico.

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