Los transportistas reclaman un aparcamiento vigilado

Mario Gómez
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Es la demanda municipal de las reivindicaciones del sector, además de precios dignos en los portes y bajada de combustibles. Así lo explicó ayer un piquete en el polígono industrial

Los transportistas aseguran que llevan desde el día 14 en el mismo punto de forma pacífica a modo de «piquete informativo». - Foto: Yolanda Lancha.

Calma tensa. Los transportistas por carretera «no pueden más», y a pesar de que no pierden las formas, están desolados por la situación que atraviesan. Los sindicatos dicen que no les representan, «porque solo quieren las subvenciones y se doblan a lo que les dice el Gobierno». Llevan parados desde el día 14 y las situación no tiene visos de arreglarse hasta que el Ejecutivo central no se siente con ellos a dialogar, y deje de «darles de lado». Cuentan que los sindicatos no luchan por ellos porque «comen en la mesa del Gobierno», y «son cómplices». Aseguran que no va de ideologías, se trata «de poder pagar facturas y salir adelante».

Salen a la calle y realizan 'piquetes informativos'. Se identifican como miembros de la 'Plataforma Nacional en Defensa del Transporte'. «Somos un movimiento que aglutinamos a todo aquel que tiene y conduce un vehículo para el transporte. Desde el autónomo hasta quien tiene un negocio familiar. Nuestros representantes van sentados al volante, no tienen despachos ni intereses con políticos», justifican. Quizá esa sea la razón por la que según advierten «la Plataforma ha tenido más de 180.000 socios nuevos en tres meses», todos proceden de otras plataformas, asociaciones o sindicatos, pero el descontento generalizado les ha llevado a unirse a la Plataforma. En Toledo se ubican en dos concurridos puntos cerca de grandes empresas de producción de principios activos farmacológicos, bebidas carbónicas y textil.

Se sienten «despreciados» por un Gobierno que «mira para otro lado» y no se centra en los intereses del pueblo. Temen una «revolución de la gente», cuando la sociedad se percate de que «el campo, el mar, y los transportes están arruinados». No son violentos y destierran cualquier forma de violencia. Son «padres o madres de familia», que recuerdan que «detrás de cada camión hay un hogar». También aclaran que no se trata de un problema solamente del precio del gasoil, sino que aquellos vehículos que se propulsan por gas natural o por electricidad, tampoco pueden asumir costes.

La flota de camiones permanecerá parada hasta alcanzar un acuerdo.La flota de camiones permanecerá parada hasta alcanzar un acuerdo. - Foto: Yolanda LanchaUnos de los «héroes de la pandemia», no quieren que se les recuerde como los «villanos de los transportes». «Somos los mismos», explican, no han dejado de llevar alimentos, fármacos o productos, pero «ya no salen las cuentas». Achacan precariedad a sus empleos, y  denuncian el provecho que están sacando las grandes plataformas de transporte, donde los conductores «son asalariados y les obligan a trabajar», y están «cobrando portes cinco veces más caros», según cuentan. Sacan «tajada» de la huelga que ha convocado «el eslabón más débil», que forman «los camioneros que somos autónomos, los que mantenemos nuestro camión y pagamos nuestros seguros».

Algunos recuerdan como durante el confinamiento multiplicaron esfuerzos para «que no faltase de nada», y ahora sienten que la sociedad no les mira con los mismos ojos. Pretenden la equiparación con el sector primario, que se fijen precios mínimos para los servicios «que nadie trabaje por debajo de coste». Los camiones llevan casi diez días parados, «estamos arruinados», confiesan, sobre las pérdidas tras tantos días de paros, pero se muestran inflexibles, «preferimos arruinarnos quedándonos en casa, que trabajar y quedarnos arruinados igualmente».

Esta situación que catalogan de insostenible ha estallado por el abusivo precio de los carburantes, pero «no es de ahora». Según explican ya en 2008 vivieron una situación similar en la que se produjeron paros y movilizaciones, pero tuvieron que desconvocarla por «presión social».

También aseguran que «Toledo es una de las pocas grandes ciudades que no cuentan con un aparcamiento para camiones vigilado», otra de las viejas reivindicaciones de los transportistas y que también motivan su decisión. 

Los precios que reciben por sus servicios tampoco son «justos», ya que «cada vez son más ajustados, los márgenes son menores y los intermediarios siguen llevándose gran parte de los posibles beneficios».

Ahora la tesitura dicen que es diferente. Se han organizado desde el más absoluto «pacifismo». Han parado sus camiones e informan a los compañeros que siguen trabajando de las reivindicaciones y las formas de secundar la huelga. Un paro indefinido que se ve también acentuado por el hecho de la inseguridad que aseguran sufrir en áreas de descanso. «Cuando se producen atracos, no van con un palo, ya nos roban a punta de pistola», y lamentan el fallecimiento de hasta dos compañeros por intentar impedir un robo.

Aprovechan la presencia de los medios para desmentir que se haya boicoteado ningún convoy con material sanitario o de alimentos, pero advierten que «si se mantiene el paro, colapsará el país al completo».

Esperan soluciones o que se produzca la reunión con el Ministerio, en la que se tenga en cuenta su voz, mientras tanto, continuarán informando a compañeros y reivindicando «poderse ganar la vida como se ha hecho siempre».