El primer teniente de alcalde de Burguillos de Toledo, Óscar Tejedor, denunció ayer en declaraciones a este diario el tercer incendio intencionado ocurrido en el término municipal durante el último año. Los vecinos se sorprendieron el miércoles hacia las ocho de la noche de la altura de las llamas, que el propio concejal observó en primera instancia desde muy lejos. Al respecto, negó que el origen se debiera a una quema de rastrojo organizada por el Consistorio, como se quejaron vecinos mediante las redes sociales.

«No sabemos quién ha sido», explica el representante municipal, quien detalla que el incendio ocurrió en una zona conocida como los bulevares, un paraje sin zonas urbanizadas pero cerca de viviendas. Concretamente, a entre 100 y 200 metros.

Se trata del segundo incendio intencionado ocurrido en esta zona de la localidad de Burguillos, uno de los municipios de la ciudad de Toledo con unos 3.500 empadronados. El aviso inmediato a los servicios de emergencias, como el equipo de voluntarios de Protección Civil atenuó la gravedad del suceso.

En este sentido, lamentó que el Ayuntamiento no disponga de cámaras de vigilancia en esta parte del término municipal, precisamente porque no hay vivienda, entre el despliegue de 30 equipos de seguridad repartidos por el municipio.

«No tiene nada que ver con la quema de restos vegetales», aseguraba el primer teniente de alcalde, quien negó que se tratara de una quema controlada del Ayuntamiento. Sí señaló que la zona donde sucedió el fuego intencionado está cerca de la parcela donde el Ayuntamiento de Burguillos practica la quema de rastrojos. Pero añadió que nunca se haría por la noche.

Vecinos del municipio atribuyeron también por las redes sociales las llamas a una quema controlada del Ayuntamiento que se había desmadrado. Pero el Consistorio de Burguillos deToledo había difundido al menos en dos ocasiones en este mes de febrero las recomendaciones para la quema de restos vegetales en el casco urbano en la que aconsejaba no quemar en condiciobnes de viento moderado o fuerte ni iniciar la quema antes de las dos horas previas a la salida del sol y dejarla apagada antes de las cuatro de la tarde. Todo lo contrario de lo que sucedió.