El alcalde de Casasbuenas, Juan Antonio Camuñas, salió el sábado a la plaza a comprar el pan y todavía le retumba el aviso de un vecino: «¿Sabes que han caído unos cuantos postes más?». Fue a la carretera CM-4052 que comunica el municipio con Polán y, efectivamente, vio talado a golpe de sierra mecánica un puñado de soportes de la telefonía. Por segunda noche consecutivamente, observaba el ataque contra este servicio básico de la localidad.

«Unos dicen que es un sabotaje al pueblo», apunta a este diario el alcalde de este municipio de 200 habitantes; cauto, prefiere reservarse su opinión. Camuñas se personó el lunes en el puesto de la Guardia Civil en Menasalbas y presentó la denuncia por la tala, en noches consecutivas, de 11 postes de telefonía.

Este municipio de Los Montes de Toledo ha vivido desde principios de año cuatro robos de cable de la telefonía, pero solo en estos dos últimos, los autores han recurrido a una sierra mecánica para la fechoría. Incluso la Guardia Civil se ha sorprendido de este método por lo insólito en la provincia.

El Ayuntamiento de Casasbuenas difundió el fin de semana un mensaje contundente sobre el propósito de serrar los postes. «Quien lo haya hecho, lo pagará; a nuestro pueblo no se le ataca impunemente», afirmaba el aviso que atribuía los hechos a un sabotaje.

En este sentido, el equipo de Gobierno pedía la facilitación de pruebas para identificar a los autores del ataque, que afecta de lleno al consultorio médico del municipio.

Los hogares disponen mayoritariamente de fibra óptica, pero el servicio del consultorio sí se resiente con estas fechorías. La compañía telefónica ha instalado 'router' para facilitar el servicio de internet; pero el telefóno no funciona.

El robo de cable ocurrido en enero dejó también sin servicio de internet ni de teléfono a los médicos, que permanecieron dos semanas sin estas facilidades. El facultativo debía tramitar las recetas en el consultorio de Noez. Entonces, en esas dos sustracciones, los daños se limitaron a la sustracción del cable en la misma línea donde ahora han recurrido a la sierra mecánica.

Los postes y la conducción derribados permanecen en medio de las fincas, después del robo del cableado. Precisamente, el alcalde detalla que los operarios instalaron hace relativamente poco los soportes de madera después de un temporal que afectó a la línea.

«El campo, por la noche, no está tan vacío como parece; la gentuza no es la única que anda entre las sombras», advierte el equipo de Gobierno, que trata de dar con los autores.