Pedro Carreño

La Ínsula

Pedro Carreño


La librería encantada

18/10/2022

A lo largo de la historia del cine, son muchas las librerías y bibliotecas impresas con letras de oro en las memorias individuales y colectivas. Cualquier cinéfilo, o buen aficionado, recuerda escenas maravillosas rodadas en estos espacios, celadores del arte y la cultura.
La famosa escalera de caracol en la librería de 'My Fair Lady', o aquella en la que Hugh Grant desarrollaba todos sus encantos en la romántica 'Nothing Hill', son ejemplos inolvidables. Otra escena de orfebrería cinéfila es la protagonizada por George Peppard y la divina Audrey Hepburn, en una modesta librería de Nueva York. En ese escenario tan aparentemente abúlico, los protagonistas se hacían 'ojitos' rodeados de libros, después de desayunar frente a Tiffany´s.
Con menos romanticismo, y apelando al cariño toledano, se encuentra 'Las nueve puertas'. Roman Polanski presentó, en una de las grandes escenas de la película, a Johnny Depp conversando con los hermanos Ceniza, libreros y encuadernadores. Y angelicales.
A los más jóvenes les será más fácil recordar la maravillosa librería de Harry Potter. Sin llegar a lo visto en el funeral de la reina Isabel de Inglaterra, en Oporto son numerosas y frecuentes las filas de curiosos para ver la biblioteca dónde el pequeño mago hizo sus pinitos con la varita.
Es en este capítulo, en el de las librerías mágicas o encantadas, donde debería entrar por méritos propios 'Planeta Zocar'. Una librería especializada en volúmenes de segunda mano, que se encuentra en el corazón de la señorial y rumbosa Jerez de la Frontera.
Chencho -quien la regenta-, es el guardián, pintor y pregonero de los sucesos sorprendentes que ocurren a menudo en su librería. Con su canosa barba franciscana, y su penetrante voz de barítono andaluz, el propietario de la librería avisa a los clientes y visitadores de la existencia de fantasmas en su local. Así, como suena. Sin exageraciones.
El cancerbero de la librería no sabe cuántos espíritus habitan en su local. Calcula que son tres los espectros, y que alguno de ellos se deja ver con cierta frecuencia en el laberinto de calles y columnas de libros que forman la arquitectura de su negocio.
Con serenidad y sapiencia gaditana, Chencho cuenta cómo los libros se mueven de un lugar a otro, sin que haya mano física responsable de tales acontecimientos. El propietario de Planeta Zocar dice también, que algunos clientes han visto volar ejemplares de una estante a otro, invitando al lector a prenderlos en el aire.
'Planeta Zocar' es, a todas luces, una librería hechizada por el mago Frestón. Un lugar dónde el libro más inverosímil y descatalogado se hace presente desde el más allá. Desde la nube mágica de los sueños y la historia, como se dice ahora, y elige a su lector. Los libros no tienen dueño, tienen espíritu.
Quizá, el mayor encantamiento en estos tiempos, es que siga abierta una librería con alma en el centro de una ciudad o pueblo. En el futuro, se corre el peligro de que las librerías solo se puedan admirar en las películas como las señaladas en los párrafos de arriba. Ya pasa con las cabinas públicas y los teléfonos góndola.
Con simpatía, y a la vez seriedad, Chencho dice que Iker Jiménez se ha puesto en contacto, y que pronto irá a grabar un capítulo de 'Cuarto Milenio' a su librería.