Este miércoles comienzan por fin las obras de la calle Reyes Católicos y la primera consecuencia es que los vehículos procedentes de San Cristóbal tendrán que salir por Taller del Moro, previsiblemente por espacio de dos semanas.
En vista de las dificultades que esta importante actuación puede tener para la movilidad en el Casco, el edil responsable, Juan José Pérez del Pino, ha anunciado una serie de adaptaciones del tráfico para que no genere muchos problemas en entorno. También ha iniciado contactos con Fedeto, taxistas y vecinos, todo aquel que pueda estar implicado con las obras. La respuesta, apunta el concejal, es positiva, «los vecinos entienden que alguna molestia se les genera para que la calle quede mucho mejor de lo que está, y es imposible hacerlo de otra manera, lo que tenemos que hacer es darles alternativas». De momento no se ha decidido si se paran las obras en navidades, como ocurrió con la calle Comercio.
La idea del Ayuntamiento es ir anunciando las alternativas para el tráfico a medida que se vaya avanzando sucesivamente en los tramos de obra, con sus consiguientes cortes. Por ejemplo, la primera actuación, que es sobre la travesía de Descalzos, está prevista para dos semanas, pero podría retrasarse si aparecen importantes restos arqueológicos. Pérez del Pino y el intendente jefe de la Policía Local, José Luis Martín Mora, apuntaron que en esta primera fase de obras se actuará sobre tres viales de forma consecutiva y el tráfico se irá adaptando a medida que se abran o cierren los mismos. El primer vial sobre el que se actuará será la travesía de Descalzos, de forma que los vecinos de San Cristóbal no podrán salir hacia la plaza del Conde, sino que tendrán que hacerlo a Taller del Moro, y de ahí a Santa Úrsula, calle Rojas o Santo Tomé cuando esté permitido. Los autobuses seguirán funcionando con normalidad. Ya en la segunda actuación, sobre la calle Descalzos entre la plaza del Conde y el paseo del Tránsito, se trasladará a Barrio Nuevo, que es por donde transita el autobús urbano. Esta primera fase de obras concluirá con la bajada de Descalzos, cuyas consecuencias para el tráfico explicará más adelante el Ayuntamiento, aunque parece que los vehículos tendrán que entrar y salir por Descalzos hasta la rotonda de las Cortes.
Importante actuación. Pérez del Pino ha insistido en la idea de que la obra va a generar las lógicas molestias, «pero habrá que pasar un tiempo adaptándonos para que la obra venga a solucionar los problemas que padecemos a diario de hoyos, de circulación, de inseguridad en algunos tramos... todo pensamos que se va a resolver con esta obra».
Esta puede ser, apuntó el edil, la actuación más importante en la ciudad de los últimos veinte años. En 1986 fue la última obra en este importante vial «y ya tocaba».