Mora aumenta un 30% el número de turistas desde 2019

M. Gómez
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Su alcalde Emilio Bravo presume del aumento del turismo en el municipio que se ha convertido en un destacado destino de interior. Patrimonio, Fiesta del Olivo, aceite y comuneros, oferta de la localidad en Fitur

El alcalde de Mora, Emilio Bravo (c.) y su equipo, ayer en Fitur.

Mora continúa su progresión hacia una proyección turística y cultural que hace que la localidad despunte como uno de los destinos turísticos de interior más relevantes la provincia de Toledo. Con su alcalde, Emilio Bravo, al frente, el Consistorio moracho está llevando a cabo una política que les permite erigirse como una localidad cada vez más turística. La gastronomía, los monumentos y las tradiciones son los principales reclamos para que los morachos sean receptores de visitantes llegados «de todas partes de España y del mundo».

Todo ello está refrendado con datos, tal y como explica el propio Bravo, quien explica que durante esta legislatura «el turismo se ha incrementado un 30%», todo ello a pesar de la pandemia y la situación económica actual. Unos datos que toman mayor relevancia si se analizan por legislaturas, puesto que en comparación con anterior, Bravo explica que el incremento del número de turistas que ha recibido el municipio ha sido del 23%, según la Oficina de Turismo Municipal. Ello es en parte gracias a «su enclave privilegiado en el centro de España y con fácil acceso a las redes de comunicación», argumenta su alcalde.

Los morachos pueden presumir de un «consistente» tejido empresarial, calidad en los servicios, así como un «comercio cercano y de calidad». La hostelería es otro de signos que identifica a Mora, necesaria por ser cruce de caminos desde hace más de diez siglos. Este continuo atender a visitantes y viajeros ha ayudado a conformar la merecida fama de que Mora es una localidad hospitalaria, «que hace que todos quienes nos visitan se sientan como en su casa».

Durante el último año Mora ha conmemorado el V centenario de la Guerra de las Comunidades en la que el municipio sufrió «el asedio y quema de la iglesia parroquial de Mora por las tropas imperiales del Rey y Emperador Carlos de Habsburgo», durante la guerra de las comunidades en 1521. Una efeméride que los morachos han conmemorado y que se verá plasmada en un libro que está editando el Ayuntamiento para «perpetuar y recordar lo que aquí sucedió, logrando «promover y poner en valor nuestra historia, cultura y patrimonio, para que redunde en la potenciación de este hecho histórico, como elemento dinamizador de nuestra economía local», explica Bravo.

Además la Oficina de Turismo municipal se ha convertido en un eje vertebrador para canalizar las visitas, que principalmente llegan al reclamo del aceite «y se maravillan con todos nuestros productos como el queso o los dulces». A ello hay que añadir la iniciativa que va a materializar el Ayuntamiento para, en las próximas fechas, colocar placas identificativas por el municipio localizando puntos en los que ocurrieron hechos destacados o recordando a personajes que realizaron algunas hazañas reseñables en la denominada 'Ruta de los morachos Ilustres'. El teatro tampoco queda al margen de la programación cultural, con atractivas «rutas teatralizadas» que realizan las tres compañías de teatro locales, así como las Jornadas del Misterio, en las que los más interesados en la materia «coordinan diferentes actividades en materia de terror y misterio».

Un conjunto de actividades en las que no puede faltar su fiesta más universal, como es la Fiesta del Olivo, y que pone la guinda a todo lo referente al olivo y al aceite. Es precisamente, el mejor ejemplo de la descripción que realiza su alcalde: «Año tras año intentamos mantener todo lo que funciona buscando mejorarlo, para que los morachos tengan lo que merecen y que Mora se asiente como un destino para el turismo de interior».

ACEITE.

Es precisamente el aceite, ese oro líquido y producto más representativo de Mora. Este producto internacional exportado directa e indirectamente de muchas maneras, forma parte de los mejores bouquets del mundo. Las almazaras de Mora, las más importantes del centro de España, ofrecen un producto natural, de esmerado cuidado, dispuestas a complacer a los más exigentes clientes. Esto hace que según explica el alcalde de la localidad, sean «decenas de colegios los que se acercan a Mora a conocer sus olivares y almazaras», puesto que «en países como Francia o Italia, tienen a Mora como cuna del aceite y llegan hasta aquí los escolares para conocer el proceso de elaboración». Una visita que les trae hasta el Museo del aceite 'Felipe Vegue', para conocer una almazara del siglo XIX, con las almazaras de finales del siglo XX, en las diferentes salas monotemáticas. Tras conocer el proceso de extracción, se les ofrece un desayuno saludable «con el Aceite de Oliva Virgen Extra como ingrediente indispensable».