La caída de uno de los árboles de  los jardines del Prado sobre la calzada de la avenida de Extremadura y que afectó a dos vehículos  ha despertado de nuevo la polémica en torno a la remodelación. El árbol, un olmo de cinco metros de altura y 2,5 metros de diámetro, presentaba peligro de caída y se encontraba entre los ejemplares a sustituir, si bien no se había talado hasta el momento, como había ocurrido con otros ejemplares. El árbol en cuestión pertenecía a la hilera situada junto a las verjas, en paralelo a la avenida de Extremadura, donde apenas se ha actuado en las talas, a diferencia del paseo central de los jardines, donde se han cortado numerosos árboles apenas iniciados los trabajos.

Según la ficha incluida en el estudio previo sobre la situación del arbolado, que está guiando la intervención en el arbolado, se trata de un árbol con una edad estimada de entre 80 y 100 años, con un fuste de cinco metros de altura de un antiguo olmo muerto, «cubierto de hiedra sin función determinada ni encaje con la alineación existente», según señala el estudio. El diagnóstico concluye que presentaba en un estado de conservación malo y que se debía sustituir. «Peligro de caída de la masa de la trepadora invasiva que cubre parte de su estructura por la podredumbre de la madera», es la conclusión recogida en la ficha del árbol. 

La portavoz municipal, Flora Bellón, ha manifestado que la caída del árbol es el ejemplo evidente de que «esta remodelación era necesaria». Según una nota de prensa hecha pública ayer por el Ayuntamiento, la rehabilitación integral de todo este entorno continúa, al igual que lo hacen los trabajos de análisis individual de todos los ejemplares existentes; «de hecho, este árbol es uno de los que estaba previsto eliminar debido a su mal estado», asegura el Consistorio. «Todos aquellos ejemplares que, debido a los estudios y concluidos de los técnicos, presenten un peligro de seguridad para la ciudadanía, serán sustituidos posteriormente», aseguraba Bellón, reiterando lo que se ha venido manifestando desde el inicio de los trabajos.

«No vamos a poner ningún tipo de reparo cuando lo que está en juego es la vida y la integridad de las personas», ha continuado la portavoz, recordando que «el mal tiempo, viento y lluvia» son los peores aliados para este peligro. Mientras las obras continúan, los Jardines siguen cerrados para facilitar las labores y prevenir ante posibles accidentes, ha declarado la edil, al tiempo que ha remarcado que «cuando se cumplan las condiciones idóneas, y siempre siguiendo las recomendaciones de los expertos, se comenzará con la plantación de los nuevos ejemplares».

Proteger a la ciudadanía y que «ningún ciudadano sea víctima por el riesgo de caída de un árbol», ha dicho Bellón, refiriéndose al estudio pormenorizado que se ha hecho de cada uno y a la consecuente línea de trabajo que se ha seguido en base al diagnóstico obtenido. Al margen de estos criterios de seguridad, la portavoz municipal ha reiterado que los objetivos que se persiguen con esta reforma son también «devolver el máximo esplendor para unos jardines únicos, referentes y visita obligada cuando se viene a Talavera».

Política carroñera de José Julián Gregorio. En relación a las críticas del candidato del PP, la portavoz ha lamentado que «el señor José Julián Gregorio es muy rápido cuando se trata de crear alarma y de alimentarse de hacer ruido y controversia, añadiendo a todo un carácter catastrofista». «Increíble. El PSOE destroza el BIC de los históricos Jardines del Prado. Y el único árbol podrido no lo sanean. ¿Y si cae a una persona? La alcaldesa sigue sin explicar esta situación vergonzosa», señaló el también senador señaló en su cuenta de la red social Twitter.

Es una muestra más de la «política carroñera» que trae para Talavera; «si se talan árboles se hace una foto diciendo que está mal, pero si se mantienen y luego se derrumban solos, también; y siembra el pánico a golpe de publicaciones en redes sociales». Flora Bellón ha criticado que «José Julián Gregorio ni siquiera se ha visto el proyecto, desconoce cuáles son las fases de trabajo y la envergadura del proyecto».