La representación del nacimiento de Jesús de Nazaret mediante figuras supone una de las tradiciones más habituales de la Navidad. Hay que remontarse a la segunda década del siglo XIII a la ciudad italiana de Greccio para encontrarnos a Giovanni di Pietro Bernardone a su vuelta ensimismado de la experiencia vivida en Tierra Santa y pretende representar el nacimiento de Jesucristo mediante figuras.
Este fraile fundador de la Orden Franciscana, más conocido como Francisco de Asís, fue el precursor de los belenes como hoy los conocemos.
La tradición se extendió por toda Italia, desde donde se extendió a España y posteriormente a toda América Latina. Fue el monarca Carlos III, que había sido rey de Nápoles antes de ascender al trono español el encargado de importar esta costumbre, que además la incentivó entre los nobles y pronto se popularizó hasta llegar a toda la sociedad.
Entorno a 12.000 personas van a visitar la muestra durante el mes que ha estado abierta. - Foto: David PérezDe ahí hasta nuestros días, con además del portal de belén, personajes que no pueden faltar como los pastorcillos, lavanderas, reyes magos, el ángel, la estrella fugaz, campesinos y vecinos varios, e incluso el famoso caganer. Si variados son los personajes, más aún son los materiales. Desde los tradicionales corchos, resinas, madera o plástico, hasta latas de conserva, tapones de corcho, latas de coca cola, tetrabriks de leche o, por ejemplo, figuras de Playmobil.
Es así como hace más de una década Rhosa Pérez comenzó a coleccionar estas figuritas a raíz de un regalo, «era un misterio de Playmobil y los tres reyes» cuenta a La Tribuna.
De ahí comenzó «cada año un poquito más», hasta que la colección de figuras en 2016 «ya no cabía en casa» y decidió ponerse en contacto con diferentes asociaciones para montar el Belén de forma benéfica.
Diferentes entidades entre las que se encuentra Cáritas Diocesana, que en esta edición será la beneficiaria del precio simbólico de la entrada. Un euro que irá destinado al programa de Talleres Infantiles de Cáritas Diocesana de Toledo que acoge a 45 niños y niñas de la ciudad de Toledo y de Torrijos, contando con un total 48 voluntarios.
«Todos los años tiene que ser diferente», explica Rhosa, es el atractivo para que la gente año tras año siga queriendo visitar el Belén de Playmobil. En esta Navidad, esta vecina de Argés ha querido realizar una semblanza desde la anunciación hasta la huida a Egipto en el que los más pequeños puedan conocer el por qué de estas representaciones.
Además, según la autora, tiene una gran aceptación por parte de los pequeños, «quienes les llama la atención las piezas tan pequeñitas y la disposición de las mismas», así como por parte de los papás «que ven los juguetes de su juventud representados en un Belén».
Una cantidad de piezas que alcanza las 20.000, un espacio que supera los 30 metros cuadrados y «se queda ya pequeño» y una cifra de visitantes que se estima supere los 12.000, son las cifras de esta iniciativa que hoy cerrará sus puertas a las 20:00 horas. Será tras un mes abierto y con el sorteo de un set de Playmobil cedido por Juguettos, con lo que la edición 2022/2023 de este particular Belén dará paso a un descanso en el que «seguirá creciendo de cara a la próxima Navidad».