La actual ola de calor estará entre las tres más duraderas

Javier Hidalgo*
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El presente julio será recordado por la potente y larga ola de calor que ha batido varios de los registros extremos de la provincia. El episodio activo destaca por intenso, duradero y extenso

La actual ola de calor estará entre las tres más duraderas

Ha pasado menos de un año desde la ola de calor que batió los récords absolutos de temperatura máxima tanto en Toledo como en Talavera. Era agosto de 2021 y apenas once meses después, la provincia sufre un nuevo episodio que difícilmente se podrá olvidar. 

Se trata de una ola de calor duradera que se va a prolongar durante más de una semana y cuyos picos de intensidad se han alcanzado en la segunda parte de la semana. Además, destaca que la misma se haya producido menos de un mes después de la ola de calor de junio y apenas dos meses más tarde del episodio de intenso calor de mayo. 

La ola de calor ha estado dividida en dos fases distintas. En una primera fase, de sábado a martes, una gran dorsal anticiclónica provocó la situación típica de ola de calor con subsidencia y con calor generado por el propio territorio. Las temperaturas máximas contabilizadas en estos días por los observatorios de Aemet para la ciudad de Toledo han registrado una temperatura para el día 9 de julio de 39,6º C; de 40,4º C el día 10, de 40,3º C en la jornada del día 11, y de 40,9º C durante el día 12. En lo que a Talavera se refiere, el día 9 tuvo una temperatura de 41,5º C, el 10 de julio de 43,1º C, el 11 de julio de 43º C, y el 12 de julio de 41,2º C. La ciudad de la cerámica ha estado entre las cinco más cálidas de España durante estos días. Estas temperaturas han sido algo menores en zonas de la Meseta de Toledo: en Navahermosa, la temperatura máxima ha correspondido al 11 de julio con 39,8º C; Sonseca, sin embargo, no llegó a alcanzar los 39º C durante estos días. Por su parte, las temperaturas mínimas también han sido altas, superando los 20ºC en el valle del Tajo y haciendo difícil conciliar el sueño. El 11 de julio, Toledo tuvo una mínima de 23,6º C. Cabe destacar en este lapso cómo el lunes se produjeron tormentas secas que ocasionaron incendios en Extremadura y Salamanca: afortunadamente, la provincia, a pesar de no escapar estas tormentas, si se libró de los incendios forestales ocasionados por los rayos.

La segunda parte de este episodio se está produciendo desde el miércoles 12, cuando el acercamiento y aislamiento de una DANA ha reforzado aún más la dorsal inyectando aire muy cálido. Sin embargo, al contrario que los eventos de mayo y junio, este calor no proviene directamente del Sáhara, si no que lo hace de zonas más cercanas a la Península, cuyo territorio se retroalimenta de la situación. Tales circunstancias están dejando las temperaturas más elevadas debido a que la masa de aire es más cálida y atípica. El miércoles, la temperatura máxima de Toledo ascendió a 42,5º C, a solo dos décimas del récord de temperatura máxima de julio (42,7º C, que comparten los años 2015 y 2017). Talavera, por su parte, alcanzó una temperatura máxima de 44,2º C, mientras Sonseca llegó a los 39,7º C y Navahermosa hasta los 41,1º C. Este calor no es el calor normal al que estamos acostumbrados cada verano: las temperaturas están siendo de récord no solo en la provincia sino en una gran parte del país -y, aunque algunas plusmarcas no se han superado, se han visto amenazadas durante el jueves. En la jornada del jueves, zonas de los valles del Guadalquivir, Guadiana y Tajo estuvieron en avisos rojos por parte de Aemet. El mercurio ayer  marcó 42,4º a décimas del récord y que Madrid ha batido el récord de Julio con 42,5º, solo a dos décimas del absoluto y batiendo el anterior récord de Julio que era 39,7º. Frente al sentir popular de que estos episodios son normales, dado que cada año se producen intensas olas de calor, se ha de reseñar que este aumento de las mismas (tanto en el número de episodios como en la extensión de los mismos) indica el protagonismo del cambio climático.

Debido a la situación de cambio climático, la incidencia de las olas de calor está aumentando. Este año antes de la mitad del verano ya llevamos dos olas de calor. Es posible que en un futuro esta situación continúe. Este 2022 se está caracterizando porque varias Danas se están aislando en el oeste y suroeste peninsular ocasionando que las temperaturas suban considerablemente (el año 2021 acabó con un episodio de estas características con temperaturas muy suaves en Nochevieja). Esta situación invita a que esta nueva dinámica se investigue con profundidad por si la ocurrencia del fenómeno comienza a ser más frecuente en un futuro.

PREVISIÓN. Con esta situación, mañana se inicia el periodo conocido como la canícula, una etapa que se extiende desde el 15 de julio hasta el 15 de agosto y en la que se producen las temperaturas más altas de todo el año. La ola de calor va a continuar hasta la próxima semana con avisos amarillos y naranjas por parte de Aemet. La previsión es que las temperaturas bajen ligeramente, aunque aún seguirán siendo muy elevadas (sobre 41ºC en la capital regional).  Una vez pase el lunes, esta ola de calor estará entre las tres más duraderas desde que hay registros, aún lejos de la ola de calor de julio de 2015 que llegó a 26 días de duración. El martes se espera que haya una pequeña bajada de los termómetros, pero que los mismos vuelvan a subir en los días sucesivos, por lo que la incertidumbre es elevada y la ola de calor puede aún seguir en la segunda parte de la semana, o establecer una pequeña pausa e iniciarse una nueva ola de calor y con ello la  del verano. 

En cuanto a las precipitaciones, cabe referir que no se esperan en los próximos días. Es muy probable que este mes de julio, salvo sorpresa, acabe con 0.0 mm de precipitación, un dato que lleva sin darse sobre la ciudad de Toledo desde junio de 2019. La última vez que el mes de julio acabó sin precipitación alguna fue en 2018, tras una primavera muy lluviosa; también ocurrió en 2013, con iguales similitudes. Esta situación de estabilidad -y a tenor de los patrones de otros años- es probable que continué hasta mediados de agosto cuando ya se producen signos de inestabilidad en la atmósfera, generándose las típicas tormentas veraniegas que tan problemáticas han sido en años de fuerte calor, como ocurrió en Sonseca en las inundaciones del 21 de agosto de 2015 o las de Toledo, Argés, Guadamur, entre otros municipios de la zona, el pasado 1 de septiembre.

* Javier Hidalgo García de Blas es graduado en Geografía por la UCLM y divulgador meteorológico.