El fotógrafo Manu Reino se llevó a Tokio, en su mochila, una bandera de Talavera con la «esperanza» de que pudieran alzarla los talaveranos que competían en los Juegos Olímpicos: la misma que este jueves ha entregado a la karateca Sandra Sánchez, oro en katas, para que la alzara delante de las cámaras de todo el mundo.

Todavía emocionado, y también cansado por las muchas horas de trabajo acumuladas, Reino ha narrado a Efe en una conversación desde Tokio «la odisea» que ha pasado esta jornada con la bandera de Talavera, su ciudad.

Está cubriendo los Juegos Olímpicos para una agencia alemana y antes de salir de Talavera el 17 de julio pasado pidió al gabinete de prensa del Ayuntamiento una bandera de la ciudad con el ánimo de sacar una foto de todos los talaveranos en la villa olímpica.

De Talavera han acudido el triatleta Fernando Alarza, el piragüista Paco Cubelos y la karateca Sandra Sánchez, pero también el entrenador y seleccionador nacional de piragüismo, Luis Brasero. Y Manu.

No pudo hacer esa foto porque Alarza regresó a España el mismo día, pero unas horas antes, de que llegara Sandra Sánchez.

Esta mañana, Manu se ha metido la bandera en la mochila «con la esperanza» de dársela primero a Cubelos -que junto a Íñigo Peña ha quedado sexto en la final del K2 1000m- y luego a Sandra. «Lo de Cubelos me ha dado muchísima pena», ha dicho el fotógrafo.

En el caso de Sandra, estaba siguiendo su prueba desde la segunda planta «con un tiro muy bueno y limpio» y cuando ha ganado el oro «he tirado la cámara con el teleobjetivo grande, he cogido la pequeña y he salido corriendo a buscar la mochila y la bandera», explica.

De hecho, cuando Sandra Sánchez ha bajado del tatami ya estaba allí Manu Reino, que la ha llamado para que cogiera la bandera de Talavera de la Reina y la alzara.

Sandra ha levantado la bandera azul y blanca de Talavera de la Reina y ha posado con ella, y en ese momento se han acercado a Reino muchos fotógrafos que le han preguntado qué significado tenía, «y yo les he explicado, sobre todo a los japoneses, que somos de una misma ciudad, en España».

Manu Reino no tenía dudas sobre que Sandra tendría medalla «pero faltaba saber el color», apunta, sobre todo porque se ha enfrentado en la final a la japonesa Kiyou Shimizu.

Este fotógrafo talaverano de 41 años asegura que ha sido «emocionadísima» la jornada de este jueves y reconoce que «haciendo fotos incluso he llorado», sobre todo porque es «algo histórico» para su ciudad.

«Me parece un hito que en una ciudad de 84.000 habitantes haya tres olímpicos», ha agregado este fotógrafo que está durmiendo una media de cuatro horarias diarias y trabaja una media de dieciséis horas, y que define su estancia en Tokio como «una montaña rusa de emociones».

Manu Reino tiene previsto regresar a España la próxima semana.