La paciencia del Sierra San Vicente FS llegó al colmo el pasado sábado, después del árbitraje sufrido en la pista de la EMD Sacedón, rival ante el que perdieron por 6-3. El resultado supuso la pérdida del liderato, aunque el enfado viene por lo que consideran un atropello a sus intereses.

El conjunto de Castillo de Bayuela y comarca recibió hasta cuatro expulsiones en dicho encuentro, algo que no tiene ninguna razón de ser. Por eso, han publicado un comunicado dirigido a la Federación de Fútbol de Castilla-La Mancha y el Comité Técnico de Árbitros para que ponga una solución.

Y es que, no consideran lógico que uno de los colegiados de esa tarde, Noel de Julián Cañada sea designado para pitar un encuentro de los toledanos cuando es hermano de los jugadores del FS VivoCuenca, uno de sus rivales por los primeros puestos de la clasificación.

Desde el club verde así lo han hecho saber, en lo que entienden que es «la defensa del honor y del trabajo» de su plantilla. Consideran «aberrante» la situación vivida en esta jornada duodécima, y agradecen la solidaridad mostrada de forma interna por varios clubes del grupo castellano-manchego de Tercera División.

Asimismo, insisten en que esta práctica, que un familiar de un jugador del rival más directo, «atenta contra el código ético profesional, la imparcialidad y las normas del arbitraje».

Su entrenador, Chema Blanco, fue más allá en unas declaraciones realizadas tras el encuentro, al asegurar que «cuesta mucho dinero tener un club, y no queremos que se rían de nosotros». El preparador recalca también que está «orgulloso» de sus jugadores y que estos tuvieron una actitud «hipereducada» durante el choque.