"A nosotros nos va muy mal con los precios altos"

Raúl Briongos
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Tras toda una vida detrás del surtidor, Víctor García Nebreda (Madrid, 1956) es desde hace más de una década el secretario general de la Agrupación Española de Vendedores al por menor de Carburantes y Combustibles (Aevecar)

"A nosotros nos va muy mal con los precios altos" - Foto: Juan Lázaro

El sector de las estaciones de servicio vive días difíciles por los altos precios del combustible, que merma sus ingresos y encrespa a los clientes habituales. Víctor García Nebreda, el secretario general de la agrupación de vendedores, cree que las medidas anunciadas por Pedro Sánchez para rebajar la carga impositiva de los carburantes deben ponerse en marcha «cuanto antes» ya que bajar el IVA del 21 al 10% supondría que los consumidores pagarían 18 céntimos menos en cada litro. En su opinión, el futuro no está en el coche eléctrico, sino en los ecocombustibles. «Prohibir el motor de combustión a partir del 2035 como ha hecho Europa es como matar al mensajero porque trae malas noticias», sentencia.

El precio del litro de gasolina ha superado ya los dos euros en algunas gasolineras. ¿Hasta dónde cree que puede llegar?

Dependerá de cómo evolucione la guerra de Ucrania y de que se aumente o no la producción de petróleo por parte de la OPEP. Ahora mismo no sería capaz de aventurar el comportamiento.

La invasión de Ucrania por parte de Rusia elevó el precio del barril del petróleo hasta los 140 dólares y disparó el de los carburantes. Ayer estaba por debajo de 100. ¿Por qué no ha bajado la gasolina con la misma rapidez?

En realidad tampoco se repercutió el precio cuando estaba a 140, porque no ha sido tan rápido. Nuestro proveedor nos da cada día un precio de compra. A ese precio le añadimos nuestro margen, el que nos permite prestar el servicio, pagar a nuestros trabajadores y, en el mejor de los casos, tener algo de beneficio. Estos días, con el precio tan alto, las gasolineras han estado aplicando muy poco margen, aunque tuviéramos pérdidas, porque otra cosa no se soportaba.

¿Cómo están afectando esos precios estratosféricos al sector de las estaciones de servicio?

Pese a la opinión generalizada, a nosotros nos va muy mal con los precios altos. Cuando el carburante está barato, vendemos más. Además podemos trasladar todo el margen necesario porque el cliente no se va asustar y nos cuesta menos llenar nuestros tanques, con lo que tenemos menos inmovilizado. Ganamos más.

¿Está teniendo incidencia en el consumo este alto precio?

Sí, eso se nota en el tráfico de las ciudades, que es mucho menor. Cuando a la gente se le acaba el presupuesto para gasolina busca otras alternativas como el metro o la bici y cada vez se le acaba antes.

¿Por qué están ya prácticamente al mismo precio el gasoil y la gasolina?

La única diferencia entre ambos carburantes es que el gasoil paga menos impuestos, pero en realidad es más caro en origen, sobre todo en invierno cuando sube la demanda por las calefacciones. 

¿Por qué hay tanta diferencia de precio entre unas gasolineras y otras?

Porque es un mercado absolutamente libre y cada uno intenta vender al precio que considera razonable. Además una gasolinera grande no compra a los mismos precios que una pequeña y puede ajustar más el precio final sin comprometer los márgenes comerciales.

¿Cómo cree que debería sustanciarse esa rebaja impositiva que anunció el presidente del Gobierno, pero que aún no ha concretado?

Los carburantes están sujetos al impuesto especial de hidrocarburos y al IVA. En el primero existen unos mínimos que fija Europa y estamos ya muy cerca de ellos, con lo que la UE nos tendría que autorizar a bajarlo. En cuanto al IVA, pasar del 21% al 10% es una decisión política que podría hacerse ya. Sería una medida coyuntural que ayudaría a soportar los sobrecostes. Supondría unos 18 céntimos por litro de media. 

¿Les han convocado desde el Gobierno a alguna reunión para abordar este tema?

La verdad es que no. De hecho, han suspendido una reunión que teníamos prevista para abordar otros asuntos.

¿Cómo está afrontando el sector su conversión a electrolineras? Los usuarios de coches eléctricos se quejan de que hay todavía pocos puntos de recarga.

El problema es que no hay mercado. En España hay 28 millones de coches y de ellos 200.000 serán eléctricos puros. Siguen siendo coches muy caros, que obligan a tener una plaza de garaje para recargarlos y que todavía tienen poca autonomía. Por eso la gente no los está comprando. No está funcionando. Europa ha puesto el foco en el coche eléctrico, pero hay otras alternativas.

¿Y cuáles son?

Los ecocombustibles, que tiene 0 en emisiones netas. Porque la contaminación no es solo lo que sale por el tubo de escape del coche. La electricidad que consume el coche eléctrico se puede estar generando con carbón. Además, sería una oportunidad de país, porque España es puntera, tanto en tecnología como en instalaciones, en ecocombustibles, que se elaboran a partir de residuos forestales, agrícolas y urbanos. Eso potencia la economía circular y podría potenciar las zonas rurales. 

Si tienen tantas ventajas ¿por qué no se apuesta por ello y se fía todo al coche eléctrico?

Eso habría que preguntárselo a la Unión Europea. A mi me parece un error absoluto y la prueba está en que en 2021 ha habido más emisiones de C02 que en 2019, lo que demuestra que la estrategia no está funcionando. No sé por qué Europa ha decidido prohibir los motores de combustión a partir de 2035, pero es matar al mensajero por traer malas noticias. Lo que hay que hacer es cambiar el combustible de ese motor.

¿Han cerrado muchas gasolineras desde la pandemia?

En términos absolutos muy pocas, pero hay mucho propietario con la soga al cuello. Pero es que cerrar una gasolinera es muy caro. Hay que descontaminar todo el suelo y eso cuesta mucho. Por eso lo que hacen es cambiar de propietario.

 

Las estaciones de servicio del medio rural son poco rentables ¿Cómo se puede evitar su cierre? Porque allí son algo más que el lugar donde se reposta. 

Sí, tienen también un carácter vertebrador del territorio. Pedir ayudas para mantener abiertas ciertas gasolineras no casa muy bien con un sector liberalizado, pero sí que habría que considerarlo para evitar que haya zonas desabastecidas. En muchas ocasiones estos son negocios familiares que los atienden el padre, la madre y los hijos porque no da para más.