Los 140.000 disparos de Manu Reino en Qatar

Leticia G. Colao
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El fotógrafo talaverano finaliza su primer Mundial tras un mes en Doha con la satisfacción de haber vivido un hecho histórico, captando imágenes que ya son historia del fútbol. En la final realizó unas 8.000 fotografías con su cámara

Los 140.000 disparos de Manu Reino en Qatar - Foto: Manu Reino (Defodi)

Acaba de aterrizar en España y aún tiene en la retina la final del Mundial de Qatar que encumbró a Messi. El fotógrafo talaverano Manu Reino lo vivió a pie de campo, detrás de su cámara, y ahora es consciente de que fue testigo de un partido histórico, y no solo por la ansiada corona para el argentino. 

Ha sido un mes de fútbol en el Mundial más cuestionado, principalmente por la sede y la fecha de celebración, pero a pesar de las reticencias, lo ha disfrutado como una experiencia «única, difícil de olvidar». 

A sus espaldas, 34 partidos de las mejores selecciones del mundo, con unos 140.000 disparos con su cámara, 4.000 de media por partido y el doble, unos 8.000, el día de la final. Las mejores fotografías, se pasaban casi al instante a la agencia, que las editaba y subía a la plataforma en menos de un minuto. 

Los 140.000 disparos de Manu Reino en QatarLos 140.000 disparos de Manu Reino en Qatar - Foto: Mutsu KawamoriDías de muchas carreras, nervios por las acreditaciones y ubicaciones conseguidas en el campo, problemas en los envíos de las fotografías en pleno partido… tensiones que, afortunadamente, ha podido gestionar de la mejor manera. En el otro extremo, satisfacciones profesionales y muchas fotografías con su firma en medios de todo el mundo.

El enfrentamiento entre Francia y Argentina duplicó el número de fotografías habitual de un partido. No solo por el partido en sí sino por el espectáculo inicial y, sobre todo, por la celebración y la entrega de la Copa del Mundo, con cientos de fotografías del astro argentino.

«Fue una locura, de nervios, de golpes para encontrar el mejor sitio, de carreras, pero estoy muy contento». Manu Reino, colaborador de La Tribuna, se encontraba en el fondo donde Messi metió el primer gol y donde Mbappé, ya en el segundo tiempo, intentó cambiar el rumbo del partido. «Tengo excelentes fotos en ese lado», asegura tras una elección estratégica. Era el lugar donde Francia, favorita del talaverano para el triunfo final, atacaba en la segunda parte, y a la derecha de la portería, donde Mbappé suele celebrar si marca. Y «afortunadamente, así lo hizo».

Pero si hay una imagen deseada e icónica es la del campeón alzando la dorada Copa del Mundo, con mucho más valor al ser Messi su protagonista. No obstante, la foto está «descafeinada», ya que la capa de autoridades que el Emir de Qatar impuso al argentino antes del gran momento, restó fuerza a la fotografía al quitar importancia a la camiseta albiceleste. 

Son algunos de los tributos de un Mundial que se anunció con fuertes restricciones pero que, finalmente, no fueron tantas. Manu y el resto de compañeros de medios de comunicación no sintieron esas normas de conducta anunciadas y pudieron trabajar de forma libre, incluso con pantalón corto, a pesar del aire acondicionado que, más allá de refrescar durante los partidos, «nos trasladaba casi al Polo Norte». Esto trajo algún que otro catarro del que el talaverano no se libró.

Recordando las vivencias en Doha, destaca la grandeza de los estadios, los impresionantes Media Center para facilitar su trabajo y la amabilidad de las gentes de Qatar. «Es un país de contrastes muy marcados, pasando de la opulencia a la pobreza más absoluta en apenas unos metros, y donde destaca la amabilidad y gentileza de la gente, especialmente la que menos tiene», asegura, mientras recuerda que algunos qataríes les ofrecieron de su comida y donde nunca faltaba una invitación a té. Más allá de eso, el país, especialmente limpio y con mucha presencia de seguridad, le parece «muy postizo». 

Al iniciarse los octavos de final, su trabajo se hizo más llevadero, pues eran menos los partidos, más la organización y también el tiempo libre. Fueron apenas seis días libres en todo el Campeonato, que aprovechó junto a otros compañeros para conocer algunos de los recursos turísticos de Doha, como el zoco, Corniche o los coloridos rascacielos de los que colgaban imágenes de las estrellas de Qatar 2022.

Futbolísticamente, además de la final, recordará especialmente los partidos de la última ronda de la fase de grupos, con mucha tensión por lo que había en juego. Y por supuesto, los dos que enfrentaron a España con Alemania y Marruecos, los últimos de la Selección de Luis Enrique. 

No regresó con España sino que se quedó a cubrir todo el Mundial, a pesar de que Alemania fue eliminada en la primera fase y que él trabaja para una agencia germana. Estas eliminaciones le dolieron especialmente, también la de Portugal, «porque Cristiano se merecía otro final», y Brasil, a la que consideraba «la gran favorita».

Todos los equipos estuvieron en su objetivo, con el que miró especialmente a Modric, jugador que «a sus 37 años llevó a su equipo hasta la tercera posición»; Mbappé, llamado a ser, si no lo es ya, el mejor del mundo; y Jude Bellingham, jugador de Inglaterra que le ha sorprendido especialmente. Todos ellos, son protagonistas de alguno de los 140.000 disparos que el talaverano guardará para siempre en su historia personal, también historia del fútbol.