«Hay que desvincular el tema político en el Tribunal Constitucional». Así de claro lo comentó ayer el exmagistrado del máximo órgano judicial del país, Andrés Ollero Tassara, en la ponencia que impartió ayer por la tarde en esta IV edición del Título de Especialista en Justicia Constitucional, Interpretación y Tutela de los Derechos Fundamentales que imparte la Universidad de Castilla-La Mancha. 

El ponente, también catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad Rey Juan Carlos, ha ejercido como magistrado del Constitucional durante nueve años -hasta noviembre de 2021- y considera necesario que los medios de comunicación y la política en general dejen a un lado «su monserga»  de que los votos que se emiten en el Constitucional son progresistas o conservadores. «Solo es aceptable que se hable de politización si tiene fundamento».

En este caso, Ollero subrayó en su ponencia que en sus años en el Constitucional ha emitido 69 votos particulares, es decir, «votos discrepantes» que no han permitido la unanimidad en las sentencias que sientan jurisprudencia una vez emitidas. Si bien, el exmagistrado   los tiene bien contabilizados y comentó que36 de los votos son de mayoría progresista y los 33 restantes conservadores. Además, destacó que cada uno de sus pronunciamientos se han basado en su perspectiva como profesional de la Justicia sin atender a la politización, algo que se sigue vendiendo públicamente cuando se habla del Constitucional. 

Ollero está a punto de publicar un libro sobre su experiencia en este tribunal, en el que explicará uno a uno todos sus votos particulares  de cada tema analizado. Se trata de una iniciativa pionera porque ningún magistrado ha escrito y entrado en profundidad sobre los votos particulares hasta la fecha. 

En su ejercicio en el Constitucional, Ollero ha sido uno de los magistrados con más votos disidentes en nueve años, aunque haya alguno más que supere su cifra. «Quizá sea porque nunca me he atenido a esas ideas de que si los votos son progresistas o conservadores», e insiste que su caso prueba que la política no le acompañó en el Constitucional porque prácticamente emitió los mismos votos en un sentido y en el otro. 

Además, el exmagistrado explicó durante su ponencia, titulada 'Las opiniones disidentes: votos particulares en el Tribunal Constitucional', algunos asuntos concretos sobre los que ha tenido que pronunciarse este tribunal que han contado con votos particulares de distinto signo por su parte.

En concreto, Ollero se refirió también a distintas sentencias recientes, por ejemplo, a las tres sobre las que se tuvo que pronunciar el Constitucional en relación al estado de alarma. En la primera, sobre el primer estado de alarma, votó a favor de su constitucionalidad «porque entendí que no se había vulnerado la Constitución».

Si bien, en la segunda, sobre la reducción de la actividad parlamentaria, el exmagistrado voto en contra «por la paralización del control parlamentario». Por último, también consideró inconstitucional «que se intentase que recayese sobre los jueces la potestad de decidir sobre el segundo estado de alarma al delegar las competencias a las comunidades autónomas «cuando la responsabiidad era del Ejecutivo».

Retraso. Cuando un tema llega al Constitucional pasan bastantes meses hasta que emite sentencia, algo que en alguna ocasión ha llamado la atención de los políticos por su tardanza. Si bien, Ollero explicó ayer que la labor del Constitucional no es como la de otros juzgados porque  «no hace justicia, su misión es sentar doctrina y llevarla a la práctica en la justicia ordinaria», con lo que tampoco le parece que el Constitucional tenga que ajustarse a un tiempo determinado.