La Real Fundación de Toledo acogió en la tarde de ayer el pistoletazo de salida del I Ciclo de Mujer y Territorio. Compuesto por cerca de una veintena de conferencias, especialistas en distintas áreas se unirán hasta mayo con el triple objetivo de reinterpretar la ciudad de Toledo desde una perspectiva de género, contribuir a la divulgación del conocimiento interdisciplinar en materia de igualdad y favorecer la creación de nuevas redes de trabajo alrededor de esta perspectiva.

El profesor de la Escuela de Arquitectura de Toledo, y académico numerario de la Real Academia de bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, Adolfo de Mingo, fue el encargado de inaugurar ayer el ciclo con una interesante conferencia sobre mujer, cine y Toledo que, bajo el sugerente subtítulo «de Musidora a 'Te doy mis ojos'» realizó un recorrido por los últimos cien años de esa terna de protagonistas.

De Mingo arrancó su disertación en 1922, con una de las primeras vampiras del mundo del cine: Musidora. Bajo ese nombre artístico se encontraba Jeanne Roques, actriz, directora, escritora, productora y realizadora francesa que fue el arquetipo de mujer fatal en esos años de comienzos del siglo XX y una de las principales musas del surrealismo europeo.

De Musidora a Bollaín, 100 años de cine femenino en ToledoMusidora es para De Mingo «una mujer inclasificable en el cine de la época», un 'rara avis' todoterreno que sobresalió en varias disciplinas y que fue todo un icono de la época, escalando por los balcones de París. Una pionera que, precisamente, llegó a Toledo en 1922 para actuar y dirigir cine. Algo totalmente insólito en la Europa de la época.

Con este punto de partida, Adolfo de Mingo comenzó a desgranar en una hora aproximada de conferencia una serie de personas que, hace ya algunos años, se encargó de rescatar para la memoria en las páginas de La Tribuna.

Mujeres excepcionales, como la estrella de cine mexicana Dolores del Río, la primera gran estrella latina de Hollywood, que visitó Toledo a mediados de 1952 acompañada por los cineastas Édgar Neville, José López Rubio y Antonio Momplet, fue también parada obligada en la retrospectiva de esta primera conferencia del ciclo 'Mujer y Territorio'.

Lo mismo sucedió con el cortometraje toledano que Leni Riefenstahl nunca llegó a realizar. La cineasta alemana pretendía filmar 'Der Zauberer von Toledo' durante su tercer viaje a España, en 1955, un corto esotérico del Toledo mágico que nunca vio la luz, y que formaba parte de una serie de guiones de temática española que Riefenstahl dio a conocer a Domínguez Rodiño, director de los Estudios CEA.

La serie de curiosidades sobre cine en Toledo y el papel de la mujer también tuvo una parada en la película 'Sin novedad en el Alcázar', en donde Mingo incidió en el concepto femenino del nacionalcatolicismo; tan alejado del motivo de este ciclo.

El machismo normalizado en el cine también tuvo su análisis ayer en la Real Fundación, tiendo a Toledo como marco de fondo en películas como 'El chulo' o 'No desearás a la vecina del quinto'.

Todo hasta llegar al final de un recorrido redondo de cien años, puesto que De Mingo detuvo su particular máquina del tiempo cinéfila en 2002, el año en el que se rodó en Toledo la película 'Te doy mis ojos', el drama social dirigido por Icíar Bollaín, protagonizado por Laia Marull y Luis Tosar, sobre la violencia contra la mujer.