Joan Laporta es un personaje peculiar. El actual presidente del Barcelona es una figura que encandila a los medios de comunicación por su constante exposición y los aficionados culés por hacer realidad lo que nunca se imaginaban. Y es que, heredando un Barça en la UCI en lo económico y en lo deportivo, el dirigente ha logrado cambiar el clima de pesimismo por el triunfalismo con el 'milagro' de las llamadas 'palancas'. 

El malabarismo financiero que está realizando el equipo gestor y directivo de Laporta no está basado en hechos 'sobrenaturales'. Todo tiene un por qué. Si jugadores de talla mundial como Robert Lewandowski o Jules Koundé han aterrizado este verano en el Camp Nou es porque se está apostando todo al caballo (no sé sabe a estás alturas de la campaña si ganador o no) del presente.

La activación de las hasta la fecha tres 'palancas' ha sido posible gracias a la venta de activos muy importantes de la entidad catalana. Los dos primeras llegaron gracias a la venta del 25 por ciento de los derechos de televisión del club al fondo de inversión Sixth Street, una operación que también alberga su 'truco' financiero.

La tercera consistió en la venta del 24,5 por ciento de Barça Studios a Socios.com. La cuarta, la cual parece que se activará más pronto que tarde, se llevaría a cabo por la cesión otro 24,5 por ciento de Barça Studios solo en el caso de que LaLiga no acepte las cuentas azulgranas y no permita la inscripción en la competición de todos los refuerzos estivales.

El cuadro blaugrana, además, diseñó una astuta artimaña en la activación de las dos primeras 'palancas' con la finalidad de hinchar sus operaciones y que la patronal diera el visto bueno. Sin embargo, ahora lo que se encuentra Laporta es con una diferencia de 150 millones de euros que debe conseguir para que el entrenador del bloque azulgrana, Xavi Hernández, comience la temporada con la disponibilidad de toda su plantilla.

La cuarta 'palanca' podría incluso no ser suficiente para llevar esto a cabo, lo que daría pie a la activación de una más que solo podría evitarse con la venta de algún futbolista con mercado como Frenkie de Jong (se habla de que el Chelsea podría ser ahora su posible destino) o Memphis Depay (que quiere ir a la Juventus).

El apuro para el Barcelona es grande, aunque tiene medios para poder conseguir superarlo al mismo tiempo que hipoteca un futuro que está sujeto al rendimiento deportivo inmediato del equipo. 

Objetivos

El objetivo que se persiguió desde en la segunda vuelta del pasado curso, la clasificación para la Liga de Campeones, en la temporada que está por empezar se quedaría muy corto. El cuadro culé tendrá la casi obligación de imponerse al actual campeón de la Champions y LaLiga en la competición doméstica para poder obtener el máximo rendimiento de la inversión realizada este verano.

Por no hablar de un máximo torneo continental en el que el conjunto de Xavi debería, como poco, llegar al escalón de semifinales. La exigencia es máxima para un proyecto que aún tiene que consolidar en la dinámica a muchas caras nuevas.

La entidad blaugrana, con Laporta y Mateu Alemany (director del área deportiva) a la cabeza de este plan económico, han trasladado la viabilidad de su estrategia a lo que haga el combinado sobre el campo. El 'milagro' de las 'palancas' no se obró en los despachos, sino que tendrá que ser refrendado en el terreno de juego.