Salvador, el alcalde de 79 años a la busca desesperada de agua

J.M.
-

La cuenta atrás continúa para cuatro municipios jareños de la Mancomunidad del río Pusa, que dependen de un embalse cuyo caudal se encuentra bajo mínimos

Salvador, el alcalde de 79 años a la busca desesperada de agua

El alcalde de Villarejo de Montalbán, Salvador Aguilar, cumplirá en breve los 80 años. Tiene una enfermedad ocular y un problema que le ocupa la cabeza en los últimos días. Los 70 vecinos, buena parte ancianos, están a punto de quedarse sin agua por el ínfimo caudal de la presa de la Mancomunidad del Pusa. «Estoy haciendo todo lo que puedo. Me estoy moviendo todo lo que puedo», afirma conocedor de que el abastecimiento del municipio se encuentra en un momento crítico. «Se solucionará», prevé.

Aguilar, con casi 12 años en el cargo, espera recurrir a un pozo municipal, pero tendrá que esperar al lunes para comprobar si hay agua o no dentro. Así, sospecha que la bomba pueda estar averiada y, por eso, no funciona esta alternativa a una presa bajo mínimos.

«Lo peor sería que no tengamos aquí», apunta sobre este pozo que salvaría temporalmente a la localidad. Pero Salvador es consciente de que la carestía de agua se repetirá en años próximos. «No somos muchos vecinos, pero como se corte el agua va a ser un problema», reconoce. Mayor que el suministro actual, declarado no potable desde finales de septiembre.

También para las poblaciones de Santa Ana de Pusa, San Martín de Pusa y Retamoso de la Jara, que hasta ahora se han abastecido exclusivamente de una presa localizada en el término municipal de Los Navalucillos. La Mancomunidad del río Pusa está integrada, además, por las localidades de Los Navalmorales, La Pueblanueva, Torrecilla de la Jara, Malpica de Tajo, Espinoso del Rey y San Bartolomé de las Abiertas. Esta última optó esta semana por abrir otra captación, pero con una calidad también deficiente por los nitratos.

Salvador admite que quizá podía haber buscado antes una alternativa en previsión de una urgencia de abastecimiento como la actual, pero aduce también la falta de trabajadores, como albañiles, para sacar adelante una obra.

El agua del río Cedena utilizado anteriormente por la localidad tampoco es factible a día de hoy. Y menciona el proyecto redactado pero sin financiación de la Junta para elevar la captación de la presa de la mancomunidad al mismo embalse, y no a un kilómetro y medio aguas abajo como ocurre ahora mismo.

Así, los 70 vecinos encaran un riesgo de desabastecimiento de agua que se une a la ausencia de transporte público y a una atención médica limitada a dos días por semana, y bajo demanda. «Esto es un desastre», reflexiona sobre la atención sanitaria Salvador, un alcalde a punto de cumplir 80 años.