Álvaro Lorenzo se refrenda en el día del patrón

Mario Gómez / LAS VENTAS
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El toledano corta un apéndice del 5° y confirma lo apuntado el domingo anterior. Ginés cayó herido grave, y Curro Díaz paseó un trofeo del que estoqueó por el extremeño

Lorenzo volvió a Las Ventas y de nuevo paseó un trofeo. - Foto: Plaza 1

El día de San Isidro llenó los tendidos de chulapos, chulapas y clavel. Una terna de la que se cayó Emilio de Justo por lesión y en la que entró Álvaro Lorenzo por méritos contraídos.

Un sol en el que no hacía excesivo calor, y una sombra que resultó bastante cuajada, sacaron a saludar a Ginés Marín tras romper el paseíllo. El extremeño lo agradeció con la montera en el corazón.

Cuando salió el primero, la gente lo esperaba reticente. Muchos comentarios en las RRSS sobre el tamaño de la corrida del día del patrón hacían que las lupas estuvieran sobre el envío del añorado Pepe Moya. Tres embestidas humilladas y dos puyazos metiendo riñones pusieron de acuerdo a todos sobre el contenido. Otra de las quimeras era la de la sustitución de Emilio de Justo. A los puntos Lorenzo sumó primero, y era justo destinatario. Por si acaso se clavó en los medios y quitó con tres ceñidísimas gaoneras. Lebrija dio el susto en banderillas, pero para entonces ya aguardaba Curro Díaz para brindar a "Madrí " en el día del patrón. Empujó con mando con muleta plana, y por bajo por el pitón derecho en el inicio, y el runrún se instaló en el tendido. A la segunda acarició, simplemente, girando sobre si mientras 'Majadero' seguía la muleta con alegría templada y humillada. Por el izquierdo, las embestidas eran más profundas, pero las tandas fueron más emborronadas. Volvió al derecho y Madrid a punto de romper. ¡Viva Linares Francisco!, gritó un paisano desde la andanada. De gusto fue el epílogo cerrándolo a tablas, antes de media desprendida que provocó vómito de sangre. División para el torero mientras saludaba una ovación, y palmas para el bravo 'Majadero'.

Ginés Marín sufrió una grave cornada en el 3°, dos trayectorias de 20 y 25 cmGinés Marín sufrió una grave cornada en el 3°, dos trayectorias de 20 y 25 cm

El segundo también fue protestado de salida. Lorenzo se puso de verdad y quiso torear a la verónica. El animal no tuvo embestidas francas, y cierto sector maullaba cada vez que el animal embestía. Entró al caballo, voltereta sobre la línea, y mermado de atrás. Dobló las manos y pareció sentenciado. Lorenzo le pasó por ambos pitones y justito superó el trance. Curro Javier puso el primer par y fue la puntilla. Dobló las manos el toro y pañuelo verde. Al corral. 89 kilos y casi dos años más tenía el sobrero de José Vázquez. Largo y con cuajo. El padre y el hijo. Entró a por un picotazo y salió de najas. Cada vez que le volvieron a poner, miró y se fue. Lograron que entrase y volvió a huir. Brillante la lidia de Andrés Revuelta para ponerlo al caballo y posteriormente en banderillas. Ginés lo había pasado y el toro quiso seguir el capote por bajo. Lorenzo planteó una faena inteligente a medio camino entre toriles y el 9. Desde los terrenos del 1 aprovechó las brutotas embestidas para recibir el calor madrileño. Lo mejor llegó en la segunda mitad de faena al natural. Por allí Lorenzo se encontró y el burel se desplazó tranqueando pero con la emoción del volumen. Dejó una estocada entera al segundo intento y lo atronó al primer golpe de verduguillo. 

No se prestó al toreo de capa el quinto y en banderillas fue tardo. Lorenzo se fue a los medios y brindó al respetable. Y se quedó como una vela. Hizo el cartucho de pescao y se lo sacó por la espalda en el último momento. Comenzó apostando a la ciega, pero lo hizo a la grande. Cuando se quiso poner, el aire hizo bandera de la muleta. A pesar de ello, no adoleció su voluntad de dejarse venir a su oponente y aprovechar la alegría de las embestidas. Aguantó los parones y supo esperar los tardeos para ralentizar las embestidas. Rugió la plaza con la muleta en la derecha. Con la izquierda fue más inconstante el trasteo, y le criticaron la colocación. Volviendo a la derecha el animal ya se había venido a menos y hubo de retornar a la zurda. Cerró por bernadinas, y cada una de ellas fue jaleada como la última. Cuatro y a matar, ante una ovación que cubrió un aviso. Estocada de libro que dió con el toro pronto en el suelo y puso en su mano un trofeo.

El tercero también fue protestado de salida. Ginés acalló las protestas toreando con enjundia de capa. Al caballo fue con alegría, y los aviadores hicieron su efecto. Pronto y en la mano, parecía que habría de ser, y Ginés brindó a y se dobló por bajo antes de salir a los medios para aprovechar la inercia. Andarín y mugidor buscó siempre la huida hasta que vio una ventanita, y tiró el derrote atravesando el muslo derecho de Ginés. La llevaba. A pesar de ello siguió en la cara del toro e hizo faena mientras la sangre recorría la taleguilla hasta alcanzar el tobillo. Torería hasta para despenarlo, recoger una ovación desde el tercio, y retirarse por el callejón a pie hasta la enfermería entre aplausos.

Curro Díaz cortó una oreja al 6°, que le había correspondido. Ginés Marín Curro Díaz cortó una oreja al 6°, que le había correspondido. Ginés Marín

El cuarto acometió sin franqueza al capote de Curro Díaz y se dañó en un extraño giro. A pesar de ello empujó en el caballo y se mantuvo en banderillas. Soberbios dos pares de Lipi antes de que CD brindase a su padre el trasteo. Empezó con gustó y acusó la escasez de fuerzas. Resultó insustancial el trasteo ante un animal anodino. La estocada fue un bajonazo y afeó aún más todo.

En el que Curro Díaz mató por Ginés, el torero de Linares buscó desquitarse ante un animal que sin ser especialmente bonito, hizo cosas de bravo en el caballo. Le dio distancia y el toro se vino de lejos. Las entretandas fueron un paseo por la pradera y ello servía a 'Tragaperras' para recargar el bono de la fortuna en las embestidas. Recordaba el toro al tronco de Jandilla del que proviene El Parralejo, y algunos desde el tendido recordaban a Curro cuando toreaba con el mentón hundido y la espada vertical. Ahora, más retorcido, mantiene el gusto y el trazo largo de su muleta. Faena muy medida y estocada hasta la bola que puso en su mano un trofeo sobre la bocina. Casi tan sorpresiva que incluso hubo que ir al desolladero a por el despojo. El pellizco de Curro Díaz, mantiene su crédito en Madrid.

PARTE MÉDICO DE GINÉS MARÍN. "Herida por asta de toro en tercio medio de muslo derecho, con orificio de entrada por cara anterior y con dos trayectorias. Una ascendente de 25 centímetros que alcanza anillo inguinal y contusiona arteria femoral, y otra transversal de 20 centímetros que lesiona el recto anterior y presenta orificio de salida en cara lateral del muslo. Es intervenido quirúrgicamente bajo anestesia general y trasladado al Hospital de La Fraternidad.Pronóstico : Grave que le impide continuar la lidia".